Usted está aquí: jueves 7 de diciembre de 2006 Política Si sólo se reprime, fracasará combate al hampa: expertos

Calderón debe garantizar el desarrollo social para lograr buenos resultados, señalan

Si sólo se reprime, fracasará combate al hampa: expertos

ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 6 de diciembre. El presidente Felipe Calderón Hinojosa fracasará en su anunciada guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico si emplea únicamente la represión y la confrontación violenta, como planteó al asegurar que su administración actuará con "mano firme y decidida", en una operación "que no será fácil y va a costar vidas".

Además, si el nuevo gobierno "se enfoca en la represión y no garantiza el desarrollo social y la estabilidad económica de la población, no habrá buenos resultados" en el combate al hampa, coincidieron Carlos Castresana Fernández y Sergio Correa García, directores de la Oficina de la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en el noreste de México, y del Centro de Estudios de Política Criminal y Ciencias Penales, respectivamente.

Para Castresana Fernández (abogado español que fue juez de causa en la querella establada en España contra Augusto Pinochet por la Operación Cóndor, y contra la Junta Militar de Argentina, a principios de 2000), en el combate al crimen organizado y el narcotráfico en México, "hay que reordenar las estructuras de seguridad pública, procuración e impartición de justicia, pero mientras se hace, hay otras medidas de mayor urgencia que tienen que ser atendidas, como la pobreza, la postración de sectores importantes de la sociedad, que es indudable".

El especialista citó a "una autoridad de hace casi dos siglos, que es Víctor Hugo. Cuando le preguntaban qué hay que hacer para combatir el crimen, él decía: 'más escuelas' y, efectivamente, la represión no es la solución", sostuvo Castresana.

"Obviamente, hay que atacar a los grupos de la delincuencia organizada; sobre todo, aislar su entorno para que no dispongan de las condiciones sociales o financieras, además de las puramente operativas y criminales, por lo que en una visión a largo plazo de combatir todo tipo de delincuencia, en particular a la organizada, es imprescindible combinar prevención con represión".

Para el jurista mexicano Sergio Correa García es innegable que hasta ahora el gobierno se encuentra inmerso en una "crisis de rumbo" en el combate al crimen organizado y al narcotráfico.

"Hay una crisis de rumbo en el sentido de si las políticas contra el crimen deben endurecerse, deben emplearse el ámbito del derecho penal, la represión, los castigos, privilegiar todo un modelo represivo o, por el contrario, dejar el derecho penal como último reducto contra el crimen para buscar otras alternativas no punitivas contra estos delitos, específicamente lo que es crimen organizado y prevención de la delincuencia".

En su opinión, para superar dicha crisis de rumbo, el gobierno de Felipe Calderón deberá "garantizar condiciones de desarrollo social en el país. Porque un modelo no represivo pone énfasis no solamente en las alternativas de justicia penal, sino también en promover el desarrollo social, los mínimos de bienestar, de estabilidad económica entre la población, en su educación, salud y trabajo, es decir, en todos los derechos humanos que permitan operar, como una coraza, contra el crimen. La mejor manera de que una sociedad pueda defenderse contra ese flagelo y contra la violencia es fortalecer sus redes sociales y sus instituciones básicas, como la familia".

Correa García coincidió con Luis Carlos Treviño Berchelmann, procurador de Justicia de Nuevo León, quien advirtió que el modelo penal del país está "rebasado" y ya es tan "poroso que los criminales se nos cuelan por múltiples resquicios".

Esto es una realidad, planteó Correa, porque "nuestro modelo penal data de 1931, sin que a la fecha se haya hecho una reforma integral en el sector. Sus cimientos datan de principios del siglo pasado, por lo que es necesario revisar el modelo de seguridad pública, el modelo de justicia penal, que involucra al modelo policial, la justicia alternativa, las prisiones, la justicia de menores, la procuración y la administración de la justicia como ejes centrales", finalizó.

 
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