En marcha, el programa para el desarrollo de los cien municipios más marginados
En 90 minutos, Calderón se asomó a la pobreza extrema
Promete realizar obras elementales en Tlacoachistlahuaca
Dejan a perredistas fuera del acto
Zeferino Torreblanca, gobernador de Guerrero, dispuesto a convencer con trabajo y "pasión"
Ampliar la imagen El gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, y el presidente Felipe Calderón Hinojosa, durante la gira que el michoacano realizó en Tlacoachistlahuaca, donde puso en marcha un programa de desarrollo social y económico en beneficio de los cien municipios más pobres del país Foto: Javier Verdín
Tlacoachistlahuaca, Gro., 6 de diciembre. En una hora 30 minutos, el presidente Felipe Calderón se asomó a la pobreza de la Costa Chica y aprovechó para enviar mensajes a la oposición. Acompañado por el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca (postulado al cargo por el PRD), advirtió que cuando las diferencias políticas se traducen en pleitos nadie gana y los más perjudicados son los pobres.
En abierto deslinde del lopezobradorismo, el mandatario guerrerense dio la bienvenida a Calderón con una frase: "Soy de aquellos que entienden que las diferencias ideológicas no se dirimen a insultos y a regaños", y hasta adoptó el lema de campaña del michoacano cuando señaló que está dispuesto a convencer con trabajo y "pasión".
Calderón eligió este agreste municipio, poblado por indígenas amuzgos y mixtecos, para dar inicio al programa Estrategia Integral para el Desarrollo Social Económico de los cien municipios más marginados del país, que consiste en dotar de servicios elementales a sus habitantes: agua potable, drenaje, electricidad, piso firme e "incluso teléfono", como dijo el michoacano.
En su primera gira presidencial, el panista pasó más tiempo a bordo del helicóptero que con los indígenas de esta tierra. Tres horas de viaje y sólo la mitad de ese tiempo duró su visita.
A bordo del helicóptero presidencial viajó de la ciudad de México al oriente de Guerrero. En medio del asombro de la gente que no está acostumbrada a estas visitas, el aparato aterrizó en un llano, ubicado entre humildes casas y un albergue para mujeres.
Con el michoacano iban su secretario particular, César Nava; la titular de Desarrollo Social, Beatriz Zavala, y el futbolista Manuel Negrete, que ahora coordina las giras de la Presidencia de la República. ¿Y qué puesto ocupa? "Todavía no se define, pero aquí estamos", explicó el deportista que fue compensado por su aparición en los espots de la campaña del "México ganador".
Pase personal
El michoacano estuvo como en casa en un municipio gobernado por el PAN, que acató al pie de la letra las estrictas medidas de seguridad impuestas por el Estado Mayor Presidencial (EMP).
Emiliano López, promotor del voto blanquiazul, relató que un grupo de perredistas estaba molesto porque el presidente municipal, Eloy Salmerón Díaz, les negó los gafetes de ingreso a la plaza central.
Al lugar, protegido con decenas de vallas metálicas y por efectivos militares, sólo pudieron entrar quienes portaban un cartón que decía: "Pase personal. Evento. Visita del Presidente de la República". Ni los juegos mecánicos se salvaron del cerco que el Ejército colocó en la plaza.
Portando un collar de flores, el michoacano se dirigió hacia hombres y mujeres, descalzos o de guaraches, que viven con 15 pesos diarios. Son agricultores de autoconsumo que no pueden aspirar a vender el maíz y frijol que producen, porque para llegar a Acapulco, la ciudad más cercana, deben viajar hasta cuatro horas y media por brechas. Las mujeres cargaban a sus hijos menuditos, con evidentes signos de desnutrición.
Aunque los perredistas de este municipio quedaron excluidos del acto, el Presidente manifestó su disposición de trabajar con quienes tienen diferentes preferencias políticas, porque según dijo se puede, se vale y se necesita que haya esta diversidad.
Después defendió su iniciativa de Presupuesto de Egresos 2007 y dijo que permitirá poner en marcha programas como el de los cien municipios marginados.
Por ejemplo, en Tlacoachistlahuaca donde falta lo básico este proyecto se traducirá en la colocación de piso firme y fogones en 55 localidades del municipio, en la reposición de las líneas de tubería para drenaje, el impulso de proyectos productivos y la extensión de Oportunidades a todas las familias. De esa manera Calderón piensa combatir la pobreza.
Tras los pasos de López Obrador
Ante unas 500 personas anunció la construcción de varios caminos. En respuesta al alcalde que le solicitó la edificación de más puentes, respondió: "vámonos pian pianito, pero hay que trabajar en eso".
Ofreció la construcción de un camino que comunique con Metlatónoc, precisamente donde López Obrador inició su campaña y prometió una carretera. "Va mi palabra de por medio", expresó, pero apenas suscitó algunos aplausos, porque la mayoría de los asistentes necesitaba traductor.
Lo mismo le ocurrió a Beatriz Zavala, quien recitó un bello poema de la etnia mixteca, pero en español y sin que alguien lo tradujera a las lenguas indígenas.
Piso firme
La siguiente parada del Presidente fue prácticamente para posar ante los fotógrafos. A bordo de una camioneta avanzó unos metros para llegar a la choza de Beatriz y Bertina, dos indígenas amuzgas. Su estancia en el sencillo hogar duró no más de cinco minutos, tiempo suficiente para que colocara mezcla de cemento en un piso de tierra con el auxilio de una pala.
"¿De una vez toda la mezcla, no?", dijo Calderón a la secretaria de Desarrollo Social, y juntos se dispusieron a trasladar el montoncito gris de un lado a otro. En cinco o seis paladas, el proceso estaba concluido.
Mientras el alcalde panista traducía un mensaje de agradecimiento de las beneficiadas, el mandatario aprovechó para hacer una advertencia a su compañero de partido: "Yo te voy a encargar que se haga el programa, si no, venimos con el gobernador. Y si no, mira, ¿eh?", e hizo un gesto como de que lo iba a nalguear, lo que arrancó algunas risas.
A la carrera se puso un cotón blanco que le obsequiaron y que se veía grande. "No me queda", manifestó, y de inmediato subió a la camioneta para dirigirse al llano donde lo esperaba el helicóptero.
En su apresurada carrera apenas escuchó unos segundos a dos religiosas: "Aquí hay mucha necesidad, faltan alimentos y un vehículo para transportar a las muchachas", alcanzaron a decir frente a un Calderón que estaba más preocupado por cumplir los tiempos marcados de su agenda.
A las 11:30, exactamente hora y media después de su llegada, abandonó el lugar para regresar a Los Pinos a realizar actividades privadas.