Calderón no ofrece diálogo, sino "represión selectiva"
Se avecina una era autoritaria, advierte integrante de la APPO
El trabajo del "maestro Toño", como le dicen en el plantón del Senado, es servir de tornavoz para que el eco del movimiento oaxaqueño no desaparezca. En tan sólo diez días ha visto que el gobierno ha levantado a 200 de sus compañeros, y por esa experiencia afirma que el único diálogo que ofrece Felipe Calderón es el de la "represión selectiva" y la "cacería de brujas, propias de un gobierno fascista".
Ahora es la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), advierte, pero mañana será el ciudadano común, el vecino, el transeúnte, que por el sólo hecho de pensar diferente "va a ser perseguido".
En entrevista, Antonio García, integrante de la instancia de coordinación nacional de la APPO, alerta que Oaxaca se ha convertido en el laboratorio de lo que puede acontecer con los demás pueblos de México.
La etapa de "autoritarismo" con el gobierno de Felipe Calderón será más recia y se incrementará la persecución contra aquellos que luchan por una vida digna, que creen que en un gobierno todos deben participar, que cuestionan que sólo 10 por ciento de la población sea beneficiada con el producto interno bruto (PIB) nacional y que reclaman atención para las voces de las clases explotadas, plantea.
Dicho hostigamiento se realiza con el apoyo de una política mediática en la que muchos de los medios de comunicación que ahora son quienes "mandan" al gobierno hacen pasar como "bárbaros, salvajes y violentos" a todos aquellos que reclamen mínimas garantías, señala.
Por ello, dice, sólo hay de dos: o se organiza la izquierda que es la más dividida frente a una derecha y ultraderecha organizada, o el descontento popular seguirá así y "van a acabar con todos nosotros".
La estrategia calderonista ha sido clara desde el primer día en que tomó posesión, rodeado de militares: "aplastar a cualquier voz que se alce en su contra, ya sea de manera individual o colectiva".
Frente a dicho panorama, prevé que el futuro para los movimientos sociales no será fácil, porque el mismo trato que está recibiendo la APPO será dado a otras expresiones populares.
Por un lado, la estrategia de descabezar la organización mediante el encarcelamiento de los dirigentes y, por otro, la cooptación de los líderes para mantener a "un pueblo controlado y enajenado".
El "maestro Toño" no tiene que irse muy atrás para hacer el recuento de sus compañeros detenidos. Del 25 de noviembre para acá hay alrededor de 200 integrantes de la APPO repartidos en penales de tres estados: Nayarit, Tamaulipas y estado de México.
Considera que la táctica de recluirlos en centros de máxima seguridad, con lo que se pretende equipararlos con personas de "alta peligrosidad", tiene como objetivo hacer más difícil su excarcelación. Tal pareciera que la idea es "tenerlos ahí por varios años".
Menciona el caso de Catarino Torres, a quien se le negó su libertad, pese a que la Secretaría de Gobernación (SG), todavía encabezada por Carlos Abascal, firmó un compromiso para que saliera de la cárcel junto con otros oaxaqueños.
Ahora, advierte, el fin del actual gobierno es descabezar por completo a la dirigencia de la APPO: "Van sobre María del Carmen Vázquez y Zenén Bravo".