Bajo Juárez: la ciudad devorada por sus hijos
Participa en Sundance trabajo sobre drama de los feminicidios
La risa de una fiscal frente al cadáver de una mujer asesinada y mutilada en Ciudad Juárez, Chihuahua, y la tragedia de los chivos expiatorios fabricados por las autoridades son algunas imágenes de un documental mexicano seleccionado para el Festival Sundance 2007.
En los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez "los gobiernos local e inclusive el federal han incurrido en impunidad y omisión, y esto es una práctica que sigue repitiéndose, por eso siguen apareciendo más muertas", comentó José Antonio Cordero, codirector del documental, junto con Alejandra Sánchez.
El filme Bajo Juárez: la ciudad devorando a sus hijos, seleccionado entre más de 500 documentales para el festival ideado por el cineasta Robert Redford, expone en 96 minutos "las posibles causas del porqué las autoridades no han terminado de resolver esos crímenes".
Se trata de un trabajo que comenzó en 2001 como un corto documental y que se amplió cuando la madre de una víctima se convirtió con los años en una férrea activista, a quien se le va la vida oscilando entre la desesperanza y la fe de que algún día se detenga a los responsables.
En una imagen se observa a esta mujer encarando al entonces presidente de Vicente Fox, quien evade las denuncias.
"Un total desinterés gubernamental en los asesinatos de las mujeres, si no es que un desprecio total", descubrió durante el rodaje Cordero, también director de La cuarta casa, un retrato de Elena Garro, ex esposa del desaparecido premio Nobel de Literatura 1990, Octavio Paz.
Con entrevistas a dos reconocidos periodistas especializados en el tema, Diana Washington y Sergio González, efectuadas fuera de Juárez ("porque el miedo les impide volver"), los documentalistas trazan un mapa de los lugares donde se han encontrado cadáveres, muchos de menores de edad, que fueron mutilados. Esos terrenos son propiedad de poderosas familias de Ciudad Juárez, algunas relacionadas con grupos que ayudaron económicamente al ex presidente Fox para que llegara al poder, según el video.
La voz de los acusados
Para Cordero, al hablar sobre los feminicidios inevitablemente se tiene que señalar la violencia de género, que se convierte en un tema "de doble filo, porque se asume que los hombres somos responsables de esos asesinatos. Por eso era necesario también darles voz a las otras víctimas: los chivos expiatorios".
Uno de ellos, el primo de una de las asesinadas, después de insistir personalmente ante las autoridades locales para que se esclareciera el crimen, es encarcelado y obligado a aceptar su responsabilidad luego de ser torturado.
"David fue liberado al día siguiente de la presentación del documental en México; no queremos pensar que fue consecuencia de la proyección, pero nos alegra que nuestro trabajo además de crear conciencia genere algún cambio en ese drama, que al parecer se ha vuelto algo cotidiano", concluyó Cordero.
El último cadáver de una mujer con huellas de agresión sexual fue encontrado el pasado primero de septiembre, con lo que se incrementó a 380 el número de asesinatos, según las cifras oficiales, aunque la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional sostiene que la cifra afecta ya a más de 400 mujeres.