Auge migratorio, reconoce Salazar Mendiguchía
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 2 de diciembre. En su sexto y último Informe de labores, el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, sostuvo que en su gestión que, culmina el 7 de diciembre, hubo "luz y sombras", entre las que reconoció crisis económicas en las zonas rurales, que provocaron un incremento desmesurado de la migración.
Durante más de una hora, el mandatario chiapaneco, primero en los pasados 18 años que termina su mandato, planteó un panorama de estabilidad que a su juicio permitió inclusive una relación de respeto entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y su administración.
Salazar Mendiguchía habló de avances en materia de educación, salud y servicios, que, sin embargo, sólo lograron que en estos seis años Chiapas pasara de ocupar el primero al segundo lugar entre los estados más pobres del país.
Aseguró que mantuvo una administración sana que permitió finiquitar la deuda pública estatal, que en 2000 era de mil 82 millones de pesos, y que los conflictos sociales que surgieron en su gestión fueron solucionados sin que se manchara "las manos de sangre".
Según su informe, no hay más presidencias municipales ocupadas ni ranchos invadidos ni desplazados, y para lograrlo, dijo, aplicó la ley, aunque esto no fuera una "decisión popular".
Reconoció que en las zonas indígenas no pudo contener el fuerte crecimiento poblacional ni la migración.
De acuerdo con cifras de organismos no gubernamentales, durante el sexenio de Pablo Salazar el fenómeno migratorio en comunidades de la sierra se incrementó hasta en 300 por ciento.