Chivas entrenó en gran ambiente tras la victoria sobre el América en semifinales

Vienen los 90 minutos más difíciles, advirtió Omar Bravo

En el plantel minimizaron los reclamos del Bofo al técnico De la Torre

El jugador estuvo en terapia por un problema muscular

Oswaldo Sánchez dijo que deben seguir trabajando

AGENCIAS

Guadalajara, Jal., 1º de diciembre. Con el ánimo por las nubes tras la importante victoria sobre el América, lo que puso a Chivas con un pie en la gran final, el plantel tapatío cumplió este día un breve y alegre entrenamiento, en el que el portero Oswaldo Sánchez acaparó micrófonos por el penal que atajó la víspera.

El ambiente fue tal que nadie dio importancia a los exabruptos de Adolfo Bautista, quien al salir de cambio hizo airados reclamos al técnico José Manuel de la Torre y tuvo que ser apaciguado por su compañero Ramón Morales.

El delantero Omar Bravo señaló que el incidente fue algo sin trascendencia y de ninguna manera afectará al grupo. "Todas esas cosas no tienen por qué mermar el ánimo. Creo que el Bofo es muy inteligente y conoce las circunstancias por las que pasa el equipo", indicó.

En realidad poco podía decir al respecto Bravo, toda vez que en el partido anterior ante Cruz Azul fue él quien hizo airados reclamos al Chepo, y Jorge Vergara, dueño del equipo, se vio obligado a decir que hablaría con el sinaloense para pedirle respeto.

Y mientras Bautista no se presentó al entrenamiento por un problema muscular que lo mantuvo en terapia, el técnico rojiblanco minimizó su falta de autoridad.

"Son relaciones humanas, saber tratar a tu gente, acomodar. No nada más es uno, es un grupo de 22 jugadores y todos tenemos una manera de comportarnos, códigos y todos los estrategas lidian con eso.

"Aquí no es de amigos, es de profesionales, entonces la respuesta es muy profesional, si eres amigo ¡ah, qué bueno!, si no, todos los días se manejan situaciones diferentes, es cosa de comunicación con todos para tener armonía.

­¿Cuántas veces has visto eso en todo el mundo?

­Muchas. No es de sorprendernos ni mucho menos.

En tanto, Bravo intentó poner los pies en la tierra y descartó que este par de duelos sean similares a los disputados frente a La Máquina, donde fue vital la victoria obtenida en casa.

Señaló que el 2-0 es una ventaja mínima, pues el América saldrá en su casa a buscar la voltereta, tal como lo hizo frente al Atlas en el segundo tiempo.

"Sabemos que esto no ha terminado. Vienen 90 minutos ahora más difíciles para nosotros. Debemos estar concentrados y no escatimar ningún esfuerzo para llegar a la final", advirtió.

Oswaldo, quien el jueves escuchó el ensordecedor grito de "¡portero-portero!", dedicó su actuación a su progenitor, fallecido al iniciar el Mundial de Alemania.

"Todavía tengo muchos sentimientos, pero sólo fue un partido y hay que seguir trabajando", indicó.