La orquesta ofrece dos conciertos con obras del autor en la Sala Silvestre Revueltas
Homenaje de la OFCM al compositor y organista Miguel Bernal Jiménez
En lo que es el penúltimo concierto de su temporada 2006, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) rendirá este fin de semana un homenaje al compositor y organista Miguel Bernal Jiménez, con motivo de su cincuentenario luctuoso.
El programa está integrado de forma exclusiva por partituras del autor michoacano, entre ellas dos de las más conocidas: el Concertino para órgano y orquesta y el Cuarteto Virreinal, pero también se incluyen algunas rarezas, como los Tres galanes de Juana, compuesta en tributo a Sor Juana Inés de la Cruz y que ha sido muy poco interpretada.
Dirigida por su titular, Enrique Barrios, la agrupación estará acompañada por la soprano María Luisa Tamez, el organista Rafael Cárdenas y los coros Schola Cantorum de México y Grupo Coral Ensamble Cáritas.
Como es habitual, los conciertos serán sábado y domingo, a las 18 y 12 horas, respectivamente, en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (Periférico Sur 5141, colonia Isidro Fabela, Tlalpan).
De Bernal Jiménez puede decirse que es un compositor aún por ser descubierto en México. La razón es que gran parte de su obra no ha sido editada y sólo se dispone de los manuscritos, ''que resultan muy difíciles de leer, tanto para los directores como para los músicos''.
Así lo explica Barrios, quien desestima que el desconocimiento que prevalece por el ex director del Conservatorio de las Rosas obedezca a su posición ideológica conservadora, lo cual se reflejó en que muchas de sus obras son de carácter religioso.
Buen momento para el músico michoacano
Nacido en Morelia, al comienzo de la Revolución Mexicana, Miguel Bernal Jiménez desarrolló su creatividad de manera marginal al movimiento nacionalista. De allí que su nombre, sostiene el director de la OFCM, no figure al lado de otros grandes compositores que fueron sus contemporáneos, como Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, José Pablo Moncayo y Blas Galindo.
''Hace apenas 20 o cuando mucho 30 años que su figura comenzó a cobrar importancia y atraer reflectores, aunque todavía es insuficiente. En su época lo que estaba en auge era un nacionalismo muy folclorista, muy diferente de lo que él manejó'', agrega.
''Su interés se concentró en la investigación del periodo virreinal de México; fue un pionero en eso y utilizó mucho de lo que fue descubriendo y conociendo para crear su música.''
De acuerdo con Barrios, el actual es un ''muy buen momento para Bernal Jiménez. Ya no se toma como valioso sólo un tipo de música mexicana, que fue lo que privó en su tiempo. Sin duda, merece un lugar muy especial, al igual que (Olivier) Messiaen en Francia, ambos se volcaron a la mística y lograron una música muy personal''. El michoacano fue ''un compositor muy diferente al resto de los de su época''.
Su catálogo incluye 251 registros, entre obras originales y elaboraciones o interpretaciones, como el compositor nombró a sus arreglos. Fue autor de un drama sinfónico (género emparentado con la ópera y el oratorio), música para la escena, sonatas y sinfonías, además de misas, motetes, himnos y villancicos navideños; aunque también en su producción figura música profana.
De cara al final de la temporada 2006 de la OFCM, lo cual ocurrirá con sendos conciertos los próximos días 9 y 10 de diciembre, Enrique Barrios destaca como uno de los grandes proyectos del año la interpretación del ciclo íntegro de las 15 sinfonías de Dimitri Shostakovich, por su centenario.