Reformas fiscal, laboral y energética no serán de los primeros movimientos: Banamex
Descartan mercados que la tensión política afecte rumbo económico
México pierde relevancia en el ámbito mundial, considera filial del grupo Santander Serfin
La manera en que los mercados financieros del país han reaccionado a la tensión política de los últimos días es expresión de que los inversionistas nacionales y extranjeros no perciben ningún cambio en la política económica y que las ofertas de campaña en torno a cuestiones sociales "serán atendidas dentro de los límites que permite el presupuesto", sin incurrir en un déficit fiscal.
Es el balance que al inicio de la nueva administración federal hizo el grupo financiero Banamex, filial del estadunidense Citigroup.
"Las reformas estructurales que requieren la aprobación del Congreso en el terreno fiscal, laboral y energético, al parecer no estará en el centro de los primeros movimientos del nuevo gobierno", añadió en un reporte.
Para la filial en México del español grupo financiero Santander, el cambio de gobierno está marcado por condiciones económicas externas e internas favorables, pero también una acusada pérdida de relevancia de México en la economía mundial.
La última semana fue abundante en hechos políticos, desde el nombramiento del gabinete a la toma de la tribuna de la Cámara de Diputados y la tensión en torno a la ceremonia de cambio de gobierno. Los mercados financieros parecieron no tomar nota de esos acontecimientos y terminaron el jueves dado que ayer fue feriado con un nivel máximo de la bolsa, que se situó en 24 mil 962 puntos, una ganancia de 8.31 por ciento en el mes y 40 por ciento en lo que va del año; y un tipo de cambio en 11.08 pesos por dólar.
"Las variables financieras terminaron la última semana del sexenio en niveles similares a los del viernes previo y en línea con lo que ocurre con otros mercados emergentes", comentó Banamex. "Implica que no es discernible un impacto financiero de los conflictos políticos ligados a la toma de protesta por parte del presidente electo". Explicó que detrás de ese comportamiento está la interpretación de que no está en juego la gobernabilidad en genera ni la política económica del nuevo gobierno "que da continuidad a la del gobierno saliente".
Banamex consideró que el gabinete económico, encabezado por el secretario de Hacienda, Agustín Carstens quien anteriormente trabajó para el Fondo Monetario Internacional es visto por inversionistas como un signo de compromiso de la nueva administración con la estabilidad financiera.
"Se rechaza la idea de un dilema entre estabilidad y crecimiento. Se asume que los frutos de la estabilidad financiera se verán en el crecimiento, en las políticas públicas que se instrumentarán. Los compromisos de campaña sobre nuevo gasto social deberán ajustarse a los límites actuales de los ingresos fiscales, en un contexto en que se buscará mayor eficiencia recaudatoria y del gasto. No se vislumbra una propuesta de presupuesto que implique déficit fiscal", comentó Banamex.
El grupo financiero estadunidense también destacó, en este contexto de que el partido del titular del Ejecutivo no tiene mayoría en el Congreso que la Suprema Corte aclaró que el Presidente tiene poder de veto sobre el presupuesto, "el cual sólo puede ser revocado por el Congreso con el apoyo de dos terceras partes de los votos, con los cuales la oposición no cuenta".
Sobre un tema que preocupa en especial a los empresarios, Banamex consideró que las propuestas de reformas estructurales que requieren la aprobación del Congreso (fiscal, energética, laboral) al parecer no estarán en el centro de los primeros movimientos del nuevo gobierno.
"Se evaluarán de forma continua las condiciones políticas en el Congreso, lo cual influirá sobre la decisión de presentarlas o no, sin que se establezca tampoco una clara prioridad sobre el ámbito de la reforma a proponer. No obstante, hay dos ámbitos en los que se podría observar progresos en el corto plazo: la reforma de pensiones del ISSSTE (en la cual ya ha habido avances y fue presentada por el líder de los trabajadores del gobierno, que pertenece al PRI); así como aspectos de una reforma política, que ayudaría a crear consensos, dada las similitudes en los planteamientos de los partidos".
"Parece existir la convicción de desarrollar una agenda cuyo objetivo sea mejorar el grado de competencia en diferentes mercados. Por otra parte, además de que el estado propicie un contexto de seguridad y plena aplicación del estado de derecho, así como de profundización de la agenda de mejoras regulatorias, la banca de desarrollo podría apoyar más decididamente a la inversión privada en la parte de infraestructura y turismo. La propia estabilidad financiera y el desarrollo de mercados de deuda y capitales más líquidos y profundos coadyuvan a facilitar tal tarea. Por último, se seguirán explorando mecanismos legales innovadores que permitirían una mayor inversión privada en infraestructura".