Manifiesto de intelectuales iberoamericanos contra ese flagelo legalizado en EU
Combatir la tortura debe ser ''una prioridad como el sida o la miseria''
Guadalajara, Jal., 28 de noviembre. Intelectuales iberoamericanos, entre ellos tres premios Nobel de Literatura, se manifestaron en contra de la legalización de la tortura después de que Estados Unidos promulgó como ley el acta de Comisiones Militares, que permite detener y torturar a cualquier persona por sospecha de terrorismo, en el contexto de su ''guerra contra el mal'' que se inició tras los atentados de septiembre de 2001.
Este manifiesto y denuncia contra la tortura coincidió con el nombramiento como secretario de Gobernación del panista Francisco Ramírez Acuña, ex gobernador de Jalisco, quien anunció ''mano firme'' para solucionar el conflicto en Oaxaca.
Ramírez Acuña tiene casi 800 quejas por tortura ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y varias recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Amnistía Internacional por la represión del 28 de mayo de 2004.
Tequila sí, tortura no
La protesta de los intelectuales quedó por escrito en el Manifiesto contra la tortura, que se incluye en el libro Contra la tortura, publicado por el sello Fineo, en el que se añaden análisis escritos, entre otros, por Eduardo Subirats (colaborador de La Jornada).
El manifiesto tiene las firmas de intelectuales y escritores como Gabriel García Márquez, José Saramago, Adolfo Pérez Esquivel, Alvaro Mutis, Carlos Monsiváis, Juan Goytisolo, Tomás Eloy Martínez, José Emilio Pacheco, Eduardo Galeano y Luis Villoro, entre otras casi 60 firmas.
El Nobel José Saramago, presente en la conferencia de prensa, subrayó: ''El problema es que el hombre es el único animal que tortura a sus semejantes. Esto debe ser objeto de una reflexión. ¿Por qué siendo la especie humana dotada de razón, de sensibilidad y de una cantidad de calidades extraordinarias y maravillosas, hace eso? No se necesita estar en un país autoritario para que se siga torturando, porque en los países democráticos se tortura igual. Ahora mismo en todo el mundo se están torturando personas, en todo el mundo y en todos los países. Lo apuesto, pongo mi cabeza.
''Este libro tiene que ser como un elemento movilizador, no que se lee y se pone en la estantería de la casa o en la biblioteca. La tortura tiene que ser (un problema prioritario) como el sida, como el hambre, como la miseria.
Y como Guadalajara es la cuna del tequila, Saramago propone: ''Tequila sí, tortura no''.
Impunidad, agujero negro
Cuestionado acerca de que existen quejas, pero no procesos judiciales contra autoridades acusadas de tortura o violación a los derechos humanos, Eduardo Subirats, dijo: ''Eso es lo que llamamos impunidad; es el agujero negro de la justicia por el que se caen las víctimas desprotegidas. No es que no existan las normas, sencillamente no se aplican, y eso ocurre cuando la actividad delictiva viene del Estado o de las alcantarillas del Estado''.
Respecto del caso Oaxaca y de lo que significa que Ramírez Acuña sea el responsable de encontrar una solución, Subirats advirtió:
''Ahí donde se practica la tortura, donde un gobierno legitima o consiente la tortura, ese gobierno no puede pretender ni legitimidad democrática ni legitimidad como gobierno. Lo que ocurre visiblemente en México es un caso de corrupción endémica de las instituciones, tanto aquellas que dicen proteger el derecho como aquellas que ni siquiera lo pretenden, como los cuerpos militares especiales o los paramilitares''.
Hacer este manifiesto, dijo, es subrayar la necesidad de que se construya una opinión pública formada mediante intelectuales independientes que de manera clara y unívoca se opongan al cinismo e hipocresía de los representantes del gobierno, a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez o a la práctica sistemática de la tortura.
El silencio y la pasividad de los intelectuales ''es tan culpable de esta situación como la existencia de cuerpos corruptos e incontrolados en la policía o el ejército que practican la tortura y el crimen político''.