Usted está aquí: miércoles 29 de noviembre de 2006 Sociedad y Justicia A un paso, experimentos con maíz transgénico

El aviso echa abajo las recomendaciones del Instituto Nacional de Ecología

A un paso, experimentos con maíz transgénico

ANGELICA ENCISO L.

En una virtual autorización de los permisos de experimentación de maíz transgénico, la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) dio a conocer ayer los lineamientos que debe considerar el régimen especial de maíz para las liberaciones experimentales específicas de Monsanto, Pionner y Dow Agrosciences.

El acuerdo constituye un paso más para dar luz verde a los permisos de experimentación con maíz transgénico de las transnacionales y se presenta dos días antes del final de esta administración. Con este aviso se echan abajo las recomendaciones presentadas por el Instituto Nacional de Ecología (INE) y sólo se plantea que todo permiso para la liberación de maíz deberá contener medidas de bioseguridad, señaló Gustavo Ampugnani, de Greenpeace.

El aviso enumera las solicitudes que presentaron las empresas para experimentar sus productos en los campos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y señala que la Semarnat ya publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo que define los centros de origen y diversidad genética de maíz, resultado de "conclusiones" de "estudios" del INIFAP y de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat.

Debido a que estos puntos no se habían definido, la Secretaría de Agricultura no podía autorizar los permisos de las empresas; estos fueron parte de los argumentos que presentaron las organizaciones no gubernamentales en contra de estas autorizaciones y por los cuales fueron rechazados en tres ocasiones por la Sagarpa.

Ampugnani consideró que este acuerdo de régimen especial de maíz sustituye al que se presentó el pasado 15 de noviembre para ajustarse a las necesidades de las empresas. El documento anterior consideraba varias medidas de protección, entre ellas, que las extensiones de cultivo debían ser limitadas y biocontenidas; las plantas sólo debían tener función femenina y se les tenía que quitar la espiga para que no liberaran polen.

 
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