El jefe del Ejecutivo exhibió su falta de conocimiento e interés en el sector, afirma
Vicente Fox no deja nada positivo para las fuerzas armadas: Garfias
Ampliar la imagen La Secretaría de Marina inauguró en Veracruz el centro de capacitación y entrenamiento para tripulantes del helicóptero MI-17 Foto: María Meléndrez Parada
El gobierno de Vicente Fox dejó un balance "nada positivo" como comandante supremo de las fuerzas armadas, lo que aunado a la falta de conocimiento y de interés en la situación del Ejército y Armada constituyen un verdadero drama para este sector.
Sostuvo lo anterior el general de división retirado Luis Garfias Magaña, quien hace un recuento de los seis años de Vicente Fox en los que no se registró ningún cambio significativo para soldados y marinos; en cambio, destaca la falta de interés del Ejecutivo federal en resolver problemas como la deserción de soldados (al menos 20 mil por año en el Ejército), indiferencia para conformar un Estado Mayor Conjunto, la falta de estímulos y capacitación de soldados y marinos, y algo que parece increíble: haber vetado una iniciativa de ley que elevaba la pensión "miserable" que reciben los integrantes de las fuerzas armadas en retiro.
Por su parte, el especialista en temas de seguridad nacional, José Luis Piñeiro, destacó que el involucramiento cada vez mayor del Ejército en el combate al narcotráfico puso en evidencia el fracaso de la política gubernamental de que los soldados combatieran el tráfico ilícito de drogas de forma "temporal" en lo que se creaba una policía federal confiable e incorruptible, lo cual no se logró.
Asimismo, añadió en entrevista, ha impactado negativamente en la desmoralización de los soldados que van a la sierra por semanas para erradicar cultivos de droga, por el desgaste físico y mental que ello implica, y que no reciben una recompensa, ni siquiera salarial adecuada, por el esfuerzo que realizan.
Tanto Garfias como Piñeiro coincidieron por separado en señalar que "la escandalosa deserción de soldados y oficiales" según reportes de la Secretaría de la Defensa Nacional, en lo que va del sexenio la cifra supera los 100 mil desertores, cuando el Ejército se integra de casi 200 mil elementos, refleja que en las fuerzas armadas no existe una política de reclutamiento adecuada para capacitar y mantener a las tropas en el instituto armado.
En este contexto, fuentes navales reconocieron que además de estos problemas por la desmoralización de las tropas que sufre la Armada, es cuestionable el hecho de que en la administración del almirante Marco Antonio Peyrot, la Secretaría de Marina prácticamente otorgó a la Secretaría de Seguridad Pública federal más de 5 mil infantes de marina para que integraran las fuerzas federales de apoyo, lo que derivó en que una gran parte de esos marinos que no estuvieron de acuerdo con su cambio, terminaran por desertar de la propia policía federal por la miopía del alto mando.
Ambos especialistas coincidieron también en afirmar que durante la administración de Fox quedó en evidencia que hace falta una política de largo plazo.
En este contexto, Garfias subrayó que ante el involucramiento mayor de los militares en el combate al narcotráfico y en cuestiones de seguridad pública, se ha desviado al Ejército y a la Armada de su función primordial, que es la defensa de la soberanía nacional. La nación no paga para mantener policías, sino soldados, aseveró.
Y concluyó que uno de los mayores daños que hizo Fox a las fuerzas armadas fue el no respetar la antigüedad en los mandos. Empezó su sexenio, dijo, con la designación del general Clemente Ricardo Vega García, cuando tenía sólo dos años de divisionario, y después nombró a Peyrot como secretario de Marina, siendo vicealmirante, y esas son cuestiones que afectan la disciplina y la moral de las fuerzas armadas, sostuvo.