Usted está aquí: sábado 25 de noviembre de 2006 Estados Pervive la emergencia en Chiapas, tras el paso de Stan, hace 13 meses

Miles de afectados siguen en refugios, en condiciones insalubres y con escasa comida

Pervive la emergencia en Chiapas, tras el paso de Stan, hace 13 meses

Los responsables de proyectos de redificación se fueron y dejaron obras inconclusas

ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Niños de la comunidad 23 de Abril, en la sierra chiapaneca, protestan por la cancelación de las obras de reconstrucción de un centro educativo en el que asisten 88 alumnos. A la derecha, viviendas provisionales donde habitan unas 200 personas del mismo poblado Foto: David Viñuales

Ampliar la imagen Niños de la comunidad 23 de Abril, en la sierra chiapaneca, protestan por la cancelación de las obras de reconstrucción de un centro educativo en el que asisten 88 alumnos. A la derecha, viviendas provisionales donde habitan unas 200 personas del mismo poblado Foto: David Viñuales

Motozintla, Chis., 24 de noviembre. Trece meses después del paso del ciclón Stan, miles de damnificados siguen en refugios temporales, en condiciones insalubres y sólo con la comida indispensable para sobrevivir.

En la comunidad 23 de Abril las autoridades del estado dicen que las labores de reconstrucción "están rezagadas entre 5 y 15 por ciento"; sin embargo, para 26 familias que desde antes del meteoro estaban en condiciones de alta marginación, significa más de 400 días de vivir en construcciones de lámina, sólo comiendo frijoles y bebiendo atole de agua y maíz.

Ochenta y ocho niños reciben educación en locales improvisados, con pisos de tierra, techos con goteras y temperaturas de cinco o seis grados centígrados.

Esas cifras equivalen a vivir en aislamiento casi total, debido a que no pueden salir porque llueve, y atravesar dos ríos sin puentes implica gran esfuerzo, pues las compañías no están dispuestas a trabajar donde es casi imposible subir el material de construcción.

Debido a las lluvias provocadas por Stan el 3 de octubre de 2005, 49 de las 51 viviendas del poblado fueran arrasadas totalmente por los deslaves de toneladas de tierra y piedras. Durante un par de semanas los sobrevivientes de 23 de Abril permanecieron en los cerros cercanos.

Al regresar, su comunidad había desaparecido. Instalaron refugios de plásticos y láminas donde vivieron y durmieron ocho meses. En ese periodo sus representantes gestionaron ante las autoridades estatales la redificación de las viviendas.

Pero el tiempo pasó sin que cambiara su situación, por lo que aceptaron ayuda de la organización Oxfam, mediante la cual consiguieron ­además de alimento­ materiales para instalar viviendas provisionales de madera y lámina.

"En mayo vino un representante del Instituto de la Vivienda del gobierno del estado; nos dijo que ya nos consideraban beneficiarios para la reposición de casas, que iban a regresar con la gente de las constructoras, con el material... es la fecha que no llegan", explicó un habitante.

A Aquilino Morales le tocó ser portador de otra mala noticia para sus compañeros: el Comité de Construcción de Escuelas del gobierno del estado les notificó, la semana pasada, por conducto del alcalde de Motozintla, Ulises Zapata Domínguez, la cancelación de las obras de reconstrucción de sus centros escolares.

Esta decisión rompió las expectativas de 25 menores de seis años, 45 alumnos de primaria y 18 adolescentes, de contar con nuevas aulas. Ahora promotores educativos les imparten clases y juntos deben lidiar contra la humedad, el frío, las goteras y el agua que moja sus pies descalzos o, en el mejor de los casos, calzados con botas de hule.

Aquilino repite ante la gente la versión oficial: "Nos dijeron que seis escuelas ­una en su poblado y cinco en otras comunidades­ ya estaban contempladas en el proyecto de reconstrucción, pero las constructoras no quieren trabajar allá porque no hay cómo subir el material, así que cancelaron las obras de forma definitiva".

Para arribar a 23 de Abril hay que cruzar los ríos Mozotal y Pachstal. Los puentes que facilitaban el acceso quedaron destruidos en octubre de 2005. Estas obras tampoco han sido reconstruidas, así que los habitantes permanecen incomunicados, pues el acceso depende básicamente de que no llueva.

El proyecto de presupuesto del gobierno estatal para la reconstrucción incluye edificar andamiajes, entre ellos los llamados "puentes de hamaca" que solamente sirven para el paso de personas.

Sin embargo, en una de las calles principales de la cabecera municipal de Siltepec, desde hace más de medio año se encuentran arrumbadas cientos de toneladas de varillas, cables y cemento que servirían para este propósito. Mucho material ya se encuentra inservible o ha sido saqueado, pues se encuentra en pleno paso.

Las autoridades argumentan que ellas cumplían con proporcionar el material y los ayuntamientos deberían encargarse del proceso de construcción. El ayuntamiento, por su parte, se declaró incompetente con el argumento de que carece de infraestructura y presupuesto.

Lo que pasa en el poblado 23 de Abril se repite a la largo de la sierra de Chiapas: comunidades como Cabañas, 20 de Noviembre, Las Nubes, San Juan, San Fernando, ubicadas en el municipio de Motozintla, no han superado la situación de emergencia en que viven desde hace 13 meses. Al contrario, en el contexto del cambio de autoridades, los responsables de los proyectos de reconstrucción prácticamente han desaparecido, dejando las obras inconclusas y en el abandono a la población.

 
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