Usted está aquí: sábado 25 de noviembre de 2006 Política Maíz transgénico y manglares, problemas sin resolver en Semarnat: Juan Elvira

"Preocupado" por lo que ocurra en la secretaría antes de que él ocupe el cargo

Maíz transgénico y manglares, problemas sin resolver en Semarnat: Juan Elvira

Anuncia ambicioso programa para recuperar la barrera natural contra huracanes y tsunamis

ANGELICA ENCISO L.

Ampliar la imagen Juan Rafael Elvira Quesada, nuevo titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Foto: José Antonio López

El próximo titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Elvira Quesada, expresa su preocupación no sólo por el deterioro ambiental, que se manifiesta en la pérdida de bosques y el mal manejo de residuos sólidos, sino por lo que pueda suceder de aquí al próximo 30 de noviembre sobre las autorizaciones para el cultivo de maíz transgénico.

"Consciente" de las presiones empresariales para la construcción de desarrollos turísticos a costa de la devastación de manglares, se propone un ambicioso programa para recuperar las 800 mil hectáreas de ese ecosistema, que no sólo es cuna de 70 por ciento de las especies pesqueras, sino protección natural contra tsunamis y huracanes.

Entrevistado ayer, horas después del anuncio de su designación como titular de la Semarnat, Elvira Quesada acepta que recibe una dependencia con problemas sin resolver, pero advierte que el gran reto es convertir la destrucción en uso sustentable.

­En los últimos años ha crecido el conflicto entre conservación y desarrollo económico, ¿qué propone para resolverlo?

­Una de las observaciones que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) hace sobre México es que el PIB se va desarrollando de la misma manera en que se destruye el medio natural. El gran reto es ver cómo logramos el uso sustentable de los recursos sin acabar con ellos, de qué manera convertimos la destrucción en uso sustentable sin dañar. Se buscará detener el avance de la frontera agropecuaria, que acaba con bosques y selvas.

"Apostamos a tener una serie de capas: hay una de gran biodiversidad y otra donde en el mismo lugar se cruza una presencia de población indígena; también hay pobreza, marginación y necesidad de contar con combustible, como leña, por lo que persiste gran presión en estas áreas para ser destruidas. Ahí podemos inducir programas para cruzar los servicios ambientales que dan el bosque y la selva, junto con acciones que van a hacer los ejidatarios y comuneros para trabajar exclusivamente en la conservación y en la manutención de los sistemas boscosos. Es uno de los programas que consideramos más importantes, pero este trabajo debe fomentar que la población rural salga de la pobreza, de la marginación".

­Hay dos temas que deja sin resolver el actual gobierno: los manglares y los transgénicos. Respecto a los primeros, los empresarios turísticos se ampararon contra la revisión de la norma 022 y se quejan de que la Semarnat se ha convertido en un obstáculo. ¿Cómo lo va a enfrentar?

­Los servicios ambientales que ofrece el manglar a la humanidad, a México, a los sistemas marinos y a los ecosistemas acuáticos y costeros son invaluables, y no pueden ser cambiados por un pequeño hotel o un estacionamiento. Ya hay hoteles en Cancún que tienen lanchas para pasar por los manglares y llevar a los turistas a sus habitaciones. Todo se puede hacer, pero no nos fijemos en lo que quiere un hotelero, sino en las 250 mil hectáreas del ecosistema que están plagadas y enfermas por un huracán de hace cinco años.

"En el esquema de servicios ambientales, me llama la atención hacer el programa más ambicioso de todos los que pueda haber para recuperar el manglar; hablamos de unas 800 mil hectáreas en todo el país, cuando tuvimos más de un millón 100 mil. No tengo claro el esquema para obtener los fondos, pero estoy seguro de que mundialmente podemos recaudarlos, porque los manglares son cuna de 70 por ciento de la pesca litoral del planeta, además de una barrera natural contra huracanes y tsunamis. Estos dos elementos pagan completamente su existencia".

­Respecto a los transgénicos, siguen las presiones de empresas para acelerar los permisos para cultivos experimentales de maíz, sin que se hayan cumplido totalmente los requisitos de ley. ¿Qué va a pasar?

­No sé de aquí al próximo 30 de noviembre. Es una situación que abiertamente comenté ayer con el presidente Calderón; estoy preocupado. Quiero que México tome liderazgo como país en la investigación. Qué bueno que lo haga la iniciativa privada, mientras no tenga daño hacia los centros de origen.

"Creo que el gobierno también debe ser rector, para ubicar las áreas verdaderamente maiceras, y si se dan las condiciones y lo van a sembrar los campesinos, debemos saber que no existe ningún riesgo para el medio ambiente y las poblaciones silvestres, pero que sea útil para los ejidatarios y los comuneros. Sabemos que ellos siembran el maíz no para hacer negocio, sino porque es una forma de vida, y son los mejores desarrolladores de híbridos que hemos tenido por decenas de generaciones; esto no lo podemos detener. La opción que maneja la Semarnat es cuidar que la biodiversidad del grano sea respetada en su totalidad".

­¿Cuál es el mayor reto en medio ambiente?

­Primero, minimizar la destrucción de la cobertura forestal; segundo, lograr un incremento fuerte del reúso del agua; tercero, tener un esquema claro del control sobre residuos sólidos, y cuarto, de más largo plazo, la transversalidad, junto con ordenamiento territorial. El día que digamos: este monte es para ecoturismo, esto es forestal, esto va a servir para un parque nacional y la ladera para retención de agua, en ese momento se solucionarán muchos problemas.

­¿Cuál será la relación con las organizaciones civiles?

­Ya me llamaron varias ONG. Vamos a programar una reunión el lunes. Es importante oír a este sector, ya que muchos grupos tienen bagaje científico y otros mala información. Si esto lo combinamos con mala comunicación de parte del gobierno, termina en descrédito de ambos lados. No queremos ni peleas ni enfrentamientos. Lo que nos instruyó el presidente electo es a sentarnos con toda la gente.

 
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