El aparato se construyó con tecnología mexicana del Instituto Nacional de Astrofísica

Inauguran el Gran Telescopio Milimétrico, el más grande de su tipo

Ubicado en la cima del volcán Sierra Negra, ayudará a resolver secretos relacionados con el origen del universo

Captará las radiaciones que se generan en la parte fría del cosmos

Atzitzintla, Puebla. 22 de noviembre. El Gran Telescopio Milimétrico fue inaugurado ayer por el presidente de la República, Vicente Fox Quesada. El telescopio fue construido por el Instituto Nacional de Astrofísica, Optica y Electrónica (INAOE) y la Universidad de Massachusetts, y de la concepción del proyecto hasta sus construcciones últimas pasaron 18 años. Las galaxias más lejanas serán ahora mejor observadas por los científicos, lo que, según dicen, podría ayudar a resolver algunos de los arcanos más importantes relacionados con el origen del universo.

El Gran Telescopio Milimétrico está ubicado en la cima del volcán Sierra Negra, a 4 mil 581 metros sobre el nivel del mar; la antena, el edificio de control y los receptores son soportados por una estructura que pesa aproximadamente 2 mil 700 toneladas; la antena parabólica tiene un diámetro de 50 metros y está formada por 180 paneles de níquel electroformado. Por todas estas características, es el telescopio más grande del mundo en ondas milimétricas. La construcción es considerada un gran logro de la ingeniería mexicana, debido a que se efectuó con condiciones climáticas extremas.

La inversión para construirlo asciende a 115 millones de dólares, que fueron financiados por la Secretaría de Hacienda, el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología, la Universidad de Massachusetts y la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF, por sus siglas en inglés). El telescopio está diseñado para resistir huracanes y terremotos de nueve grados en la escala de Richter y, debido a que tendrá una área colectora de 2 mil metros cuadrados, podrá superar a todos sus competidores. Además está ubicado a 19 grados de latitud, lo que le permitirá una extraordinaria cobertura del hemisferio sur, con el centro galáctico a una elevación de 45 grados

Según el INAOE, su objetivo principal es el estudio del nacimiento y evolución de las estructuras del universo: planetas, galaxias, cúmulos de galaxias, estrellas y el fondo de radiación cósmica. La estructura de la antena parabólica podrá captar la radiación milimétrica que se emite en las regiones frías del universo, en las regiones de nacimiento de las estrellas y los planetas, además de las nubes moleculares.

El edificio de control del Gran Telescopio Milimétrico tiene tres pisos; en el primero está la sala de control del telescopio y la plataforma de las ruedas de elevación, en el segundo está la sala de observación, y en el tercero la sala de instrumentos y la plataforma del espejo terciario y el eje de elevación.

En la construcción participaron cerca de 25 empresas mexicanas y 14 extranjeras; entre ellas Pailería de San Luis, que participó en la integración del telescopio; Antedo, que se dedicó al supervisón de la ingeniería; Cemex; la empresa italiana Media Lario y MT Aerospace, de nacionalidad alemana.

Por todas estas características, el Gran Telescopio Milimétrico es considerado por sus creadores como el proyecto científico más importante en la historia del país.