Continúa el INN retrasando irugía a paciente
Julio Sotelo Morales, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INN) Manuel Velasco Suárez, aseguró que el paciente Sergio Meza Mondragón, enfermo de mal de Parkinson, iba a ser intervenido quirúrgicamente hace por lo menos 10 días; sin embargo, hasta ahora el afectado no ha recibido ningún aviso sobre esta decisión. En cambio, fue convocado para participar en un proyecto de investigación sobre una molécula con la que se busca controlar el padecimiento.
A causa del mal, Meza Mondragón ha ido perdiendo sus funciones motoras normales y desde 2004 sabe que es candidato a ser operado con la técnica estereotáctica funcional, con la cual lograría una rehabilitación de 70 por ciento.
No obstante, por conflictos internos en el INN, que a él no le competen, la operación no se ha realizado. Inclusive, le han dicho que no es posible someterlo a cirugía.
Este hombre de 58 años, y con aproximadamente 10 de padecer el mal, era uno de los pacientes del doctor Rodolfo Ondarza Rovira, despedido el pasado 1º de noviembre, y a quien desde hacía año y medio se le había prohibido realizar cirugías.
De hecho, Meza Mondragón recordó que fue el mismo director médico del INN, Alfredo Gómez Aviña, quien en alguna ocasión le dijo que Ondarza no tenía permiso para operar, aun cuando se trata de un especialista capacitado en el extranjero para la realización de la cirugía estereotáctica funcional.
Sobre su enfermedad, otros médicos del INN le han comentado a Meza Mondragón que desde abril de 2006 está la orden en su expediente clínico para que no se le programe cirugía alguna. Aun así en julio pasado lo llamaron del instituto, inclusive lo internaron y, ya estando en una cama, un médico de guardia le informó que tendría que regresar a su casa.
Cuestionado sobre éste y otros casos similares, el director del INN, Sotelo Morales, aseguró a La Jornada, el pasado 8 de noviembre que el caso de Meza Mondragón había sido reconsiderado y se procedería a efectuar el tratamiento quirúrgico.
Además, admitió la posibilidad de que algunas de las decisiones de los órganos colegiados que dictaminan sobre la procedencia o no de las cirugías pudieran estar equivocadas.
La participación de Meza Mondragón y otros pacientes consiste en aceptar que se les tomen muestras de sangre y de líquido cefalorraquídeo, así como un ultrasonido.
De acuerdo con la versión de Meza Mondragón, esos estudios clínicos, coordinados por científicos del extranjero, servirán para buscar una proteína que se supone está vinculada con la enfermedad. De ser así, los investigadores podrían explorar alternativas terapéuticas para controlarla. De antemano, advirtieron a los posibles participantes que a ellos no les afectaría en nada respecto a sus tratamientos médicos, pero tampoco recibirían beneficio alguno.
El paciente asistió el viernes pasado a la cita en la que le tomaron la muestra sanguínea y el ultrasonido. Se negó a que le extrajeran líquido cefalorraquídeo por temor a poner en riesgo su ya de por sí menguada salud. "La verdad dijo me dio miedo, qué tal si me dejan peor... aunque ahora ya tampoco aceptaría tan fácil la cirugía porque ya no está el doctor Ondarza, que es el médico en quien confío", apuntó.