La clase política llama a la calma en Beirut
Beirut, 22 de noviembre. Una multitudinaria concentración en Beirut acompañó el féretro del asesinado ministro de Industria, Pierre Gemayel, de 34 años, asesinado el martes a su pueblo natal, Bikfaya, al tiempo que los sectores antisirios libaneses, deseosos de convertir las exequias en un respaldo al gobierno, convocaron a la población a congregarse el jueves en Beirut.
La clase política multiplicó los llamados a la calma después de este atentado, el último de una larga lista contra personalidades antisirias. El primer ministro libanés, Fuad Siniora, pidió ayuda a la ONU en la investigación sobre este asesinato.
El jefe de la coalición antisiria, Saad Hariri, urgió a los libaneses "de todas las regiones" a congregarse en Beirut para participar en el funeral, previsto el jueves en el centro de la ciudad, "en señal de apoyo a la libertad y la independencia".
Líbano guarda desde el miércoles tres días de duelo. Por la noche, en las calles de Beirut se veían caravanas de coches con retratos del difunto, de Rafiq Hariri, el ex primer ministro asesinado en 2005, o de Bachir Gemayel, el ex presidente muerto en un atentado en 1982.
El féretro del ministro fue recibido por miles de simpatizantes en el pueblo de Bikfaya, feudo familiar, donde Gemayel será enterrado después del funeral que tendrá lugaren la catedral San Jorge de los Maronitas, en el centro de Beirut.
El gobierno argentino y el papa Benedicto XVI se unieron hoy a las condenas internacionales por el asesinato. El canciller francés, Philippe Douste-Blazy reiteró las sospechas de su país de que Siria esté tras el atentado.