México SA
Ninguna sorpresa
Los chicos ITAM seguirán deteriorando el nivel de vida de millones de mexicanos
Las rebanadas del pastel
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Integrantes del gabinete económico del presidente electo, Felipe Calderón
Foto: José Antonio López
La memoria es porosa o, de plano, su ausencia, ha sido por demás dañina para este país. Sin embargo, la práctica de "olvidar" a conveniencia ha resultado peor. ¡Cuánta "sorpresa" ha causado que tres de los seis flamantes secretarios de Estado de la "continuidad" sean egresados del ITAM! (Agustín Carstens, Luis Téllez y Georgina Kessel Martínez)
No se sabe el por qué del "asombro", si de esa benemérita institución, fundada por uno de los barones de la oligarquía nacional, Raúl Bailleres, han salido cuando menos los últimos cuatro secretarios de Hacienda de igual número de sexenios, es decir, del fatídico periodo neoliberal con crecimiento promedio anual ligeramente por arriba de 2 por ciento, desempleo y emigración crecientes, pobreza ascendente, mexicanos sin calzones pero, eso sí, con una macroeconomía envidiable. Y la "continuidad" no quiso quedarse atrás y puso el quinto (se entiende que el secretario de Haciendo número cinco en el orden al bat).
Pero no sólo eso: para la "continuidad", el ITAM aportó su primer presidente de la República, el egresado (maestría en economía) Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, el obediente "hijo desobediente" que no alterará las cosas un solo milímetro. ¡Gracias ITAM!
Miguel de la Madrid y Carlos Salinas estudiaron en la UNAM, pero gobernaron como egresados de Harvard. Ernesto Zedillo estudio en el Poli, pero gobernó como egresado de Yale. Vicente Fox ni estudió ni gobernó, y el próximo gerente en Los Pinos es totalmente ITAM y gobernará como tal. ¿Sorpresas? Ninguna. Lo realmente sorprendente es que tras cinco lustros de destrozos se mantengan en eso que ellos llaman gobierno.
Entonces, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, el ITAM, puede estar feliz y satisfecho por haber moldeado a buena parte de la tecnocracia que ha hecho y deshecho más bien esto último en este país durante los últimos 25 años, pero esa dicha no necesariamente es compartida por los millones de mexicanos que sexenio tras sexenio ven cómo se cancelan oportunidades y se deteriora su nivel de vida. Y allí están los cuatro sexenios, más el que viene, y los resultados de los chicos ITAM.
Se dice fácil, pero los hoy "sorprendidos" convenientemente "olvidan" que en esos 25 años en el "manejo responsable" y fecundo de las finanzas nacionales han intervenido, como secretarios de Hacienda, sólo chicos ITAM: Gustavo Petricioli (también director general de la institución educativa) con Miguel de la Madrid, tras la tarjeta roja a Jesús Silva Herzog; Pedro Aspe con Carlos Salinas; Guillermo Ortiz Martínez (profesor del ITAM) con Ernesto Zedillo, tras la tocata y fuga de Jaime Serra Puche; Francisco Gil Díaz con Vicente Fox... y ahora con ustedes el quinto, Agustín Carstens con el Felipillo, también chico Harvard.
No son los únicos que han abrevado en la enriquecedora fuente del ITAM, pero las citadas son las cabezas visibles de la famiglia financiera pública y privada que opera en el país y que se ha convertido en el verdadero gobierno de la República.
Habrá que sumar a los chicos ITAM al ex gobernador del Banco de México, Miguel Mancera Aguayo, uno de los ideólogos del Fobaproa y padre moral de no pocos funcionarios del sector financiero. Por la ilustre institución también pasaron ulteriores secretarios de Gobernación (Diódoro Carrasco, hoy cómodo feligrés blanquiazul), del Trabajo (Javier Bonilla), de Energía (Chucho Reyes González, mejor conocido como Jesús Reyes Heroles Jr., también ligado a la "continuidad", posición que ocupó el eficiente privatizador Luis Téllez, ahora en Comunicaciones y Transportes) y de Agricultura y conexos (Francisco J. Mayorga Castañeda).
El ITAM también ha sido semillero de subsecretarios de Estado: Carlos Hurtado López, de Egresos; Carlos Camacho Gaos, Pesca y Turismo; Jaime Zabludovsky, de Comercio Exterior y ex embajador de México ante la Unión Europea; Miguel Székely Pardo, ex de Sedesol; Jacques Rogozinski, el privatizador por excelencia con Pedro Aspe en Hacienda, hoy funcionario del BID, y el propio Luis Téllez, en Agricultura.
La relación sigue, pero baste mencionar a: Eduardo Martínez del Río Petricioli, director general (Pemex) PMI Comercio Internacional; Fernando Sánchez Ugarte, ex presidente de la Comisión Federal de Competencia y cónsul de México en Portland; Guillermo Babatz Torres, director de la Sociedad Hipotecaria Federal; Guillermo Prieto Treviño, ex director de la Consar y hoy presidente de la Bolsa Mexicana de Valores; Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia; Alonso Lujambio, comisionado presidente del IFAI, y el carismático Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del IFE.
El magnate Raúl Bailleres, quien entre otras muchas cosas fuera presidente de los banqueros, fundó el ITAM en marzo de 1946. Tras su muerte, su hijo Alberto Bailleres preside la junta de gobierno del Instituto Tecnológico Autónomo de México, institución totalmente palacio y semillero tecnócrata.
Entonces, en lugar de "sorprenderse", mejor no olviden cuando la "continuidad" de a conocer los siguientes integrantes del "nuevo" gabinetazo.
Aclara el vocero presidencial Rubén Aguilar que el criminal aumento de precio a la leche popular, un modesto 28.57 por ciento, "fue decidido por el consejo de Liconsa... no por el Ejecutivo" (léase Vicente Fox). El propio Rubencito aclaró que en dicho consejo participan, entre otras instituciones: Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, las secretarías de Economía, Hacienda y la Sagarpa, el Instituto Nacional de Salud Pública y Diconsa, todas ellas dependientes del Poder Ejecutivo federal (léase Vicente Fox). Qué bueno.