La organización realiza una dura crítica a los mecanismos para aliviar la pobreza
Presiona la OCDE para que se acelere la privatización de la tierra en México
La Organización para la Cooperación el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó 13 recomendaciones al gobierno mexicano en torno a la política agropecuaria y pesquera; entre ellas insiste en la urgente privatización de la tierra; un trabajo coordinado entre las distintas instituciones que inciden en el sector rural para diseñar programas que no estén sujetos a los ciclos políticos y reorientar los objetivos del Procampo, ya que hasta el momento es "cuestionable como mecanismo de alivio a la pobreza".
Al entregar el estudio Política agropecuaria y pesquera en México: logros recientes, continuación de las reformas, los directores de Agricultura, Alimentación y Pesca, Stefan Tangermann, y de Gobierno y Desarrollo Territorial, Odile Sallard, de la OCDE, dijeron que en los últimos 15 años hay avances y logros por las reformas a la política agropecuaria, pero son insuficientes ante los rezagos. El país tiene problemas muy fuertes, hay que trabajar para que haya un cambio de actitud de las autoridades para terminar con el clientelismo político, dijo Sallard.
Los niveles de coordinación y homologación de programas son aún insuficientes; la reducción de la pobreza en el campo no sólo es una cuestión de gobernabilidad sino de evitar, con los cambios de gobierno, adicionar más programas a los ya existentes en vez de detectar las necesidades y resolverlas con políticas de largo plazo, abundó Tangermann.
Las reformas en materia agropecuaria han permitido hacer más justas las políticas y reducir las distorsiones de mercado, pero hay algunos programas que van en dirección contraria, como el de ingreso objetivo que sirve para establecer un precio piso a diez cultivos básicos, el de los subsidios a los energéticos y el Procampo, establece el estudio.
Respecto a la tenencia de la tierra, apunta que las restricciones existentes a la propiedad privada de la tierra impiden su distribución eficiente, inhiben la inversión y limitan su valor para quienes cuentan con derechos certificados. La OCDE propone moderar los reglamentos que rigen la propiedad privada y que la tierra comunal en ejidos que "ha escapado de la certificación" sea distribuida y todas las tierras ejidales se conviertan en un activo que pueda comerciarse y rentarse. "México debería avanzar hacia la eliminación de la propiedad comunal de la tierra".
De los derechos de propiedad de agua, señala que deben aclararse, completarse y aplicarse, además de permitir a los propietarios de las concesiones rentar o vender sus derechos de propiedad y recomienda recurrir a estudios científicos de los acuíferos y zonas de captación de agua para determinar sus capacidades y la extracción.
El organismo internacional sugiere que para el diseño de políticas hay que reformar a las instituciones para delinear con claridad las responsabilidades de las secretarías y niveles de gobierno, coordinar a todos los actores públicos involucrados y diseñar programas que establezcan con claridad el contexto en el que puedan realizarse las inversiones y planes de negocios. También indica que el desarrollo del sector no debe ser sesgado ni hacia el riego o bien hacia un producto o grupo de productos específicos.
Para el sector pesquero concluye que tendrá que ser más estricto el control de la producción; administrar con más rigor al sector artesanal y continuar con las reformas institucionales para asegurar una administración más eficaz del sector.
El director de Agricultura, Alimentación y Pesca de la OCDE reiteró que el gobierno debe cuidar el equilibrio de sus presupuestos, pues entre más escasos son los recursos hay que usarlos mejor porque las políticas sociales son básicas. "Nuestra propuesta es que el gasto sea más eficaz".
El secretario de Agricultura, Francisco Mayorga Castañeda, aseguró que el gobierno sí puede hacer un mejor uso del presupuesto para el campo, pero no hay que dejarle toda la tarea de desarrollo: en ese proceso tiene que participar la iniciativa privada. Y de darse una desaceleración económica, "no debe traducirse en un empeoramiento o estancamiento del sector". Al estudio, acotó, hay que leerlo de manera crítica y valorar las recomendaciones, considerando que la economía de México es la de un país en desarrollo, por lo que la problemática del sector agropecuario no refleja las vigentes en la mayoría de los países integrantes de la OCDE.