Luego de encuentro con integrantes de la asamblea, Bertello acuerda ver hoy a Abascal
Pide la APPO a Benedicto XVI llamar a la paz en Oaxaca; manda carta con el nuncio
Evade el representante católico pronunciarse sobre salida de Ulises; "luego dicen que me entrometo"
Representantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se reunieron ayer en privado por espacio de tres horas con el nuncio apostólico, Giuseppe Bertello, para explicarle con detalle la situación que priva en la entidad.
Le entregaron una carta dirigida al papa Benedicto XVI, en busca de que desde Roma el pontífice haga un llamado a la paz en Oaxaca y se pronuncie por la destitución del gobernador Ulises Ruiz.
Como resultado de la reunión, Bertello solicitó por teléfono audiencia con el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, misma que se realizará este jueves, a las 11:30 horas, en Bucareli.
Jorge Gómez y Jesús Luna ingresaron a la nunciatura cerca del mediodía. Afirmaron que el religioso les aseguró tener conocimiento de "muchas de las cosas" que acontecen en la entidad, gracias a la estructura organizativa de la Iglesia católica y, según explicó el primero, les refrendó que la institución en México "siempre ha estado en contra de la violencia y rechaza las acciones de la Policía Federal Preventiva (PFP)".
Sin embargo, como hizo después ante la prensa, Bertello cuidó pronunciarse sobre la estancia en Oaxaca de los elementos de seguridad nacional, así como de lo referente al gobernador Ulises Ruiz, por su carácter diplomático. "Estos son temas políticos, el nuncio es un embajador. Después me dicen que el nuncio se interesa por los problemas internos de un país", explicó.
Trascendió que durante el encuentro con los representantes de la APPO, el jerarca católico se comunicó a la Secretaría de Gobernación para solicitar un encuentro con Abascal y transmitirle lo comentado en la reunión con los representantes de la asamblea popular. Cinco minutos después de que le informaron que el funcionario estaba en Chiapas, desde la dependencia le confirmaron que el encuentro sería hoy.
A la pregunta de si tenía considerado reunirse con funcionarios gubernamentales para tratar el asunto, el representante papal respondió: "espero hacerlo con Gobernación, que es el camino normal".
Mientras se esperaba que el diplomático saliera a platicar con reporteros, integrantres de la APPO entre ellos Flavio Sosa, acompañados por simpatizantes de su movimiento especialmente estudiantes, colgaron mantas afuera de la nunciatura exigiendo la liberación de "presos políticos" en Oaxaca, la destitución de Ruiz y la salida de la PFP de la entidad. Gritaban consignas dándoles tono de cántico religioso: "Ulisito, Ulisito, todos queremos que te vayas de Oaxaca... es justo y necesario".
Bertello afirmó que "con mucho gusto" recibió la carta de los oaxaqueños dirigida a Benedicto XVI, y se comprometió a enviarla. En la misiva, los miembros de la APPO enuncian acusaciones respecto a que el gobernador "viola garantías fundamentales en la entidad y se conduce con impunidad". Sin embargo asientan, "sus tropelías, mundialmente conocidas, son aplaudidas por las instituciones mexicanas".
Asimismo, resaltan que del 22 de mayo cuando empezó la protesta en Oaxaca, originalmente magisterial a la fecha ha habido 17 muertos, más de 50 desaparecidos y 60 presos. También denuncian posibles "actos de abuso sexual en contra de mujeres", tras el ingreso de la PFP a Oaxaca.
Piden al Papa que se pronuncie desde Roma por la destitución del mandatario estatal para dar solución "a la crisis social y política" que priva en aquella entidad, que el gobierno federal retire a los elementos policiacos y al Ejército del centro del estado, que fije una posición ante la prensa mundial sobre la situación política en Oaxaca y demande respeto a los derechos humanos de todos los oaxaqueños.
Al final, el nuncio recordó que hace unos días el Episcopado Mexicano brindó su respaldo al arzobispo del lugar, José Luis Chávez Botello, en "su acción de pacificación y reconciliación de la sociedad", y dejó en claro que "la Iglesia, el Papa lo dice muchas veces, no es un agente político; quiere contribuir para crear la unidad en la población, de manera que sea premisa para llegar a una verdadera paz y desarrollo".
Sostuvo que "Oaxaca seguramente es un momento preocupante en la vida del país, y no es con la violencia que se resuelven los temas".