Entrevista a ARTURO SARUKHAN CASAMITJANA, VIRTUAL CANCILLER
"Calderón no repetirá la política exterior de Fox"
Se buscará construir una relación estratégica con cuba, dice
Entre sus planes destacan depurar el personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores, restablecer la cooperación internacional y dar nuevo impulso a la política de asilo, "gracias a la cual yo existo y soy mexicano"
Ampliar la imagen Para Arturo Sarukhán, lo que se está dirimiendo en América Latina es una lucha entre distintas recetas de cómo enfrentar los retos de la globalización Foto: José Antonio López
Arturo Sarukhán Casamitjana, coordinador del área internacional del equipo de transición y quien se perfila como futuro canciller, afirma que habrá una nueva política exterior: ni la del gobierno de Vicente Fox ni la tradicional. Desde ahora demanda mayor presupuesto para crear ocho embajadas, reabrir la de Noruega y el consulado de Nuevo Orleáns, y promete la normalización de las relaciones con Cuba y Venezuela, pero recalca que ya quedó "absolutamente superada" la necesidad de equilibrar la relación de México con Estados Unidos vía la isla.
Atareado en los preparativos del 1º de diciembre, señala que si hasta ahora 13 jefes de Estado han decidido asistir a la ceremonia de asunción de Felipe Calderón es porque sopesaron los riesgos, saben que "existe un país polarizado ideológicamente, pero que también hay solidez institucional para dirimir esas diferencias".
Entre sus planes está también depurar el personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores, restablecer la cooperación internacional y dar nuevo impulso a la política de asilo. Este último punto lo plantea con su experiencia personal.
"Gracias a esa política de asilo yo existo y soy mexicano. La familia de mi madre llegó como refugiada de la guerra civil española en el 39; la familia de mi padre (el ex rector de la UNAM, José Sarukhán) llegó refugiada después del genocidio de armenios a manos de los turcos, a principios del siglo pasado."
En este momento, a casi toda pregunta que se le formula sobre cómo emprenderá cambios responde que todo dependerá de "presupuesto, presupuesto y más presupuesto".
Sarukhán es diplomático de carrera y lo resalta, aun cuando defiende la inclusión de políticos o intelectuales en las embajadas. Ha sido cónsul en Nueva York hasta hace unos meses, estudió la licenciatura en relaciones internacionales en El Colegio de México y la maestría en política exterior y economía internacional en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, en Washington.
En materia de política exterior el presidente Fox deja un tiradero. ¿Cómo van a enfrentar, por ejemplo, la relación con Cuba?
México aspira a construir una relación de largo aliento, estratégica, con Cuba, buscando un tema fundamental, que cuando haya discrepancias o diferendos no contaminen la relación bilateral en su conjunto. Y los hay de los dos lados, porque así como Cuba ha manifestado su preocupación, en ocasiones su molestia en relación con la política que en materia de derechos humanos ha asumido en años recientes, también México tiene un problema serio con La Habana con el tema del adeudo muy importante con Bancomext.
"Pero habrá temas y ocasiones en las que el gobierno cubano y el mexicano no estarán de acuerdo en todo. Es impensable que en las relaciones diplomáticas con cualquier país todo es siempre miel sobre hojuelas."
¿Regresarán a la época en que Cuba representaba un contrapeso en la relación de México con Estados Unidos?
No. El mundo en el que se trataba de jugar ese juego es el de hace 40 años, y el sistema internacional cambió, lo mismo que México y Cuba. Además sería un insulto para esa nación que siguiésemos pretendiendo que nuestra relación es así.
¿Cómo van a curar las heridas con Venezuela?
Dejando que las diplomacias profesionales hagan su trabajo, evitando el recurso a la declaración como una manera de ir dirimiendo las diferencias. Y ciertamente Venezuela tendrá que hacer su parte, porque como todo en la vida se necesitan dos para bailar el tango y aquí tanto México ha incurrido en algunos errores, pero ciertamente ese país también ha incurrido en errores garrafales de cálculo político y diplomático.
Sarukhán hace una pausa y explica su visión sobre las diferencias entre Venezuela y México enmarcadas en el contexto latinoamericano:
"Ahora lo que está en juego en la región no es esta geometría entre las izquierdas y las derechas. Para empezar porque hay de izquierda a izquierdas, ya que no es lo mismo la de Bachelet, la de Lula, la de Tabaré o la de Evo Morales.
"Segundo, por ejemplo, en materia de política social México, con un gobierno de centro derecha, un gobierno panista como se quiera calificar, está mucho más a la izquierda en programas sociales que países como Chile.
"Por eso hay que entender que lo que se está dirimiendo en la región no es una lucha entre izquierdas y derecha, es una lucha entre distintas recetas de cómo enfrentar los retos de la globalización."
¿Qué política exterior va a seguir Calderón, la de Fox o la tradicional?
Ninguna de las dos. La tradicional escuela de política exterior se quedó hace 40 años, es como meter una mujer de cintura 40 en unos jeans talla 20, pero tampoco será la de Vicente Fox. Y tampoco la de Fox porque este señor que va a asumir posesión el 1º de diciembre no se llama Vicente Fox, se llama Felipe Calderón, y él tiene su propia visión de política exterior.
"Y ésa es que México pueda incidir en la construcción del nuevo sistema internacional. Por ejemplo, entender que los fenómenos que van a determinar el futuro del sistema internacional ya no están donde tradicionalmente los veíamos. Están en Asia Pacífico, y que si queremos ser un jugador internacional, México va a tener que invertir capital político diplomático en profundizar su presencia en la región con embajadas y más personal."
Al preguntarle qué episodios de la diplomacia mexicana tomará como ejemplo, alude a la política de asilo y anuncia que también retomaría los mecanismos de cooperación internacional, por ejemplo mediante la colaboración en materia de desastres naturales, becas, uso de la tecnología y ciencia mexicana para ayudar, por ejemplo, al campo peruano. Cuando se le pone el ejemplo del presidente de Venezuela, Hugo Chavez, en este terreno, señala que sin duda ha sabido utilizar la cooperación internacional como herramienta diplomática, y México ha ido perdiendo espacios de penetración en esa materia.
¿Qué episodios erráticos no repetirá?
Ciertamente creo que pondría sobre la mesa el problema de conducir la diplomacia por medios que no son la diplomacia. Las declaraciones a la prensa, las ocho columnas para mandar y recibir mensajes con otros países no son los mejores mecanismos para establecer relaciones productivas con otras naciones.
Cuando se le recuerdan episodios de este tipo que encabezó Fox, que llegó a pelearse hasta con el futbolista Diego Armando Maradona, sonríe y agrega: "la diplomacia tiene que evitar circunstancias en las que lo que predomina es el histrionismo y no la diplomacia".
El 1º de diciembre "no es tema de riesgos"
En su lista de jefes de Estado confirmados se encuentran los de todos los países de Centroamérica, Colombia, Argentina, Perú, Paraguay, Tanzania y Canadá, y a escala de representación de jefes de Estado, España, con los príncipes de Asturias. En el caso de los otros países asistirán ministros de gabinete o enviados especiales de los jefes de gobierno o de Estado.
¿No les preocupa que sea exhibida esta división política?
Los gobiernos son perfectamente capaces, a través de sus embajadas representadas aquí, de hacerse una lectura objetiva, contextualizada sobre qué sí y qué no existe de riesgo en México.
¿Y cómo van a lograr que la sociedad acepte que ustedes reciban más recursos con antecedentes como el embajador Dormimundo (Carlos Flores, que hizo gastos suntuarios a su paso por la embajada de la OCDE) o de políticos que llegaron a las embajadas simplemente porque no alcanzaron puestos en el gobierno?
Espero que La Jornada no le achaque al Servicio Exterior Mexicano o a la diplomacia mexicana el que algunos de los nombramientos que se hacen en este país y en todos los demás del mundo salgan malos, como fue el caso al que se refiere.
"En todos los servicios diplomáticos del mundo hay una cuota para nombramientos políticos. Es una buena idea, porque se genera una mezcla adecuada entre profesionales y gentes de otros sectores, de la sociedad o de la vida académica, política, pero tiene que haber topes, y el más sano, entre titulares de misiones del servicio exterior y titulares que no son del exterior, anda por ahí del 80-20 o 75-35".
¿Cómo atenderán a integrantes del Servicio Exterior Mexicano que se sintieron agraviados con el foxismo, con la llegada de un canciller como Luis Ernesto Derbez, con escasa experiencia?
Efectivamente hay un trabajo importante de mitigación de algunos de los efectos, pero también el Servicio Exterior Mexicano no se puede dar el lujo de quedarse dormido en sus laureles; hay que garantizar mecanismos de profesionalización de los cargos que permitan el ascenso de generaciones más jóvenes. Necesitamos abrir más plazas y depurar el personal de la secretaría, porque hay cuadros que se han ido quedando y no responden a las necesidades que el servicio exterior tiene.
¿Cuántas embajadas van a abrir?
México tiene tres zonas de boquete importante. Por eso debería abrir un par de embajadas en el Caribe anglófono, dos o tres embajadas en el Africa subsahariana, una en los países nuevos de Europa y una o dos en Asia-Pacífico.