Improvisación en las obras del aeropuerto
Antes de concluir su gestión el presidente Vicente Fox inaugurará la inconclusa "obra máxima" de su administración en el sector aéreo: la nueva Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el tren interterminales, pero Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) carece de un proyecto que aclare cómo van a ser controlados los pasajeros que arriben al AICM y tengan que contactar con vuelos internacionales para continuar hacia su destino final.
ASA, por medio de funcionarios de comunicación social, hizo saber a este diario que "está en desarrollo un programa para atender este aspecto", el cual estudian de manera conjunta con representantes de las aerolíneas internacionales que operan en ambas terminales, "pero todavía no hay nada concreto", lo que equivale a carecer de un proyecto que incluya los trámites de revisión de papeles migratorios y de equipajes de mano, antes de hacerlos abordar el tren interior.
La ruta interminable
Los pasajeros que arriben por el área internacional de la Terminal 1 (T1) para trasladarse a la Terminal 2 (T2) deberán caminar casi 800 metros por los andenes de las salas de última espera hasta una puerta del módulo 19 y de allí ser llevados, por un pasillo interior, hasta el "puente de los pilotos", luego pasar por otros filtros aduanales y migratorios para devolver los pases que previamente les fueron entregados, y abordar el "trenecito" hacia la T2.
Lo anterior parece indicar que en el caso de la estación de abordaje y descenso de la T1 no había un proyecto, sino que mucho de lo que se construye se lleva a cabo sobre la marcha.
La falta de información de parte de ASA sobre cómo se resolverá este servicio obedece básicamente a que la construcción de la estructura del tren interterminales observa un "severo retraso en su primera fase". Técnicos de Ingenieros Civiles Asociados (ICA), empresa que tiene a su cargo la obra, incluida la puesta en marcha del convoy, consideran que no estará lista para cuando Fox se presente a inaugurarla debido a que el sistema eléctrico y de control automático del convoy, "todavía está en fase de prueba".