Critican SG y ONU la inminente deportación de Elvira Arellano
La eventual deportación a México de la migrante indocumentada Elvira Arellano, quien para evitar esta acción se refugió en una iglesia de Chicago, fue criticada tanto por la Secretaría de Gobernación (SG) como por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), por constituir una "violación a los derechos humanos": separar a una madre de su hijo.
Lauro López Sánchez Acevedo, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la SG hizo un "exhorto" al Departamento de Migración de Estados Unidos para valorar la situación, porque aseveró que éste es un "caso de humanidad", y agregó que la Secretaría de Relaciones Exteriores, por conducto del consulado en la mencionada ciudad, ha realizado ya algunas gestiones con las autoridades migratorias del vecino país, las cuales determinaron llevar a cabo la deportación el pasado 15 de agosto, fecha en la cual Arellano se atrincheró en una iglesia metodista para impedir su repatriación.
Cabe recordar que esta semana su hijo, Saúl Arellano, visitó la Cámara de Senadores para solicitar a los legisladores que pidieran al Congreso de Estados Unidos la suspensión del trámite de deportación de su madre.
Arie Hoekman, representante del UNFPA en México, señaló en entrevista realizada antes de la ceremonia de premiación del concurso Historias de Migrantes 2006, que, aunque la ONU "no interviene en la política pública de los países", lo que es claro es que se trata de un atropello a los derechos humanos, porque "toda persona, independientemente de su estatus migratorio, tiene derecho a no estar separada de sus hijos".
Hoekman abundó que en este caso no sólo se están violentando los derechos de la madre a educar y a vivir con su hijo, sino también los del menor. "Si se les separa, sería una infracción a los derechos del niño, a su salud".
En este sentido, consideró que el gobierno estadunidense "necesita tener la suficiente compasión y el necesario entendimiento" para tratar el tema, y consideró que este tipo de asuntos deberían tener "otro trato a escala internacional".