El proyecto es en beneficio de los habitantes de la delegación, asegura el titular
Magdalena Contreras: vecinos paran obras de conducción de agua potable
Insta Guijosa a inconformes a rectificar; ofrece proporcionarles más información
Ante la fuerte oposición vecinal al proyecto integral de líneas de conducción de agua potable para siete colonias de la delegación Magdalena Contreras, el titular de la demarcación, Héctor Guijosa, expuso que está en riesgo la distribución a 80 mil personas que reciben el recurso por tandeo.
En conferencia de prensa luego de que un grupo de vecinos evitó el reinicio de los trabajos, el funcionario aseguró que el problema se ha politizado, porque no se distribuirá agua a otras delegaciones como afirman los inconformes; por el contrario, "aprovecharemos 67 por ciento del líquido que por falta de una red de distribución se va a las aguas negras".
El proyecto, precisó, está a cargo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y la Comisión Nacional del Agua, y consiste en la construcción de una planta potabilizadora, tres de bombeo y dos líneas de conducción.
La primera irá de la Cañada al tanque de Reynaco, con un diámetro de 500 milímetros, y la segunda saldrá de dicho lugar rumbo hasta El Ocotal. Todos los puntos, aclaró el funcionario, son de la delegación, porque distribuir a otras demarcaciones es "técnicamente inviable".
Las colonias donde se llevarán a cabo las obras y que serán beneficiadas son Magdalena, Pueblo Nuevo Alto, La Carbonera, Meyuca, Sayula, Pueblo Nuevo Bajo y El Ocotal.
Los trabajos, detalló, se iniciaron en septiembre, pero fueron interrumpidos por alrededor de 30 familias que se oponen; "es un grupo minoritario que afectará a unas 120 mil personas, casi 50 por ciento de la población de Magdalena Contreras".
Las obras se reiniciaron el 15 de octubre, agregó, pero una vez más los vecinos los suspendieron. El jueves, señaló el titular de Magdalena Contreras, hubo presencia de la fuerza pública porque los colonos bloquearon las obras con vehículos, pero nunca hubo enfrentamientos, "sólo un repliegue del cuerpo de granaderos".
Guijosa manifestó que la inversión, sólo en las líneas de conducción, es de 10 millones de pesos, y cada planta de bombeo tiene un costo de 30 millones por lo que esa inversión está en riesgo de perderse ante la oposición de los vecinos.
Indicó que el Gobierno del Distrito Federal realiza un análisis para determinar si realiza los trabajos, por lo que hizo un llamado a los inconformes para que reconsideren su posición "y piensen en la pérdida de los recursos y la afectación que originarán si mantienen su negativa".
Expuso que se han repartido trípticos con información sobre las obras, y "hemos tenido pláticas con los vecinos para aclarar las dudas; ahora, si ellos quieren pondremos en los domicilios que lo soliciten los planos del proyecto, el cual será para beneficio único de los habitantes de la demarcación; si no fuera de esa forma, yo mismo me opondría".