Los reos se inconforman por ratificación de sentencias; exigen escapar en un vehículo blindado
Motín en el Cereso de Morelia; internos retienen a 10 abogados
Unos 300 policías federales, estatales y municipales vigilan el penal; instalan retenes en 12 kilómetros
Ampliar la imagen Operativo policiaco en los alrededores del Cereso de Morelia, Michoacán, también conocido como Mil Cumbres Foto: Iván Sánchez
Morelia, Mich., 17 de noviembre. Cuatro internos de alta peligrosidad se amotinaron hoy y, con armas de alto calibre, retuvieron a 14 abogados de oficio y un custodio para exigir un vehículo blindado en el cual escapar del Centro de Readaptación Social (Cereso) David Franco Rodríguez, de esta capital.
Al cierre de esta edición los internos habían liberado a cinco personas, mientras el penal, conocido también como Mil Cumbres, permanecía rodeado por unos 300 policías federales, estatales y municipales, en lo que es el operativo más grande desde su creación. Inclusive fueron instalados retenes a lo largo de los 12 kilómetros que separan al penal de la zona urbana de Morelia, mientras, elementos del Ejército Mexicano realizan rondines sobre esa vía.
La insurrección comenzó a las 13 horas, aproximadamente, cuando 14 abogados se encontraban en el área de visitas, algunos para ratificar la sentencia de 40 años de prisión por los delitos de secuestro y asociación delictuosa a Arnaldo Villanueva Herrera, Jorge Alvarez Arcilla y los hermanos Teodoro y Juan Partida Zúñiga, quienes esperaron el momento oportuno para retener a los defensores y negociar su salida del penal.
Fuentes oficiales de la Dirección de Seguridad Pública indicaron que los presidiarios tenían dos pistolas calibre 9 mm. y una 38 súper, con las que amagaron a los defensores de oficio y al custodio Martín Bazar Juárez, y pidieron negociar con el director del penal, Rogelio García, quien hace apenas tres días se hizo cargo de la prisión.
Sin embargo, fue Mario Bautista, director de Seguridad Pública estatal, quien logró que los reos liberaran a las abogadas Raquel Mayra Bolaños Casas y Martha Villagómez Martínez, a las pasantes que laboran como meritorias en la defensoría de oficio Joana Erika Méndez y Xóchitl Avalos, así como al custodio.
A las 22 horas, agentes de la Procuraduría General de la República se hicieron cargo de la situación por involucrar a reos procesados por delitos del fuero federal. Varias camionetas de la corporación se estacionaron en el patio de la prisión.
De los vehículos bajaron cinco francotiradores, 36 agentes de la Policía Federal Preventiva, 90 agentes federales de investigación, 12 del Ministerio Público y 10 perros enjaulados, además de los 70 custodios que vigilaban desde diferentes puntos de esta cárcel que se terminó de construir hace 12 años y alberga a 2 mil 400 internos.
Entre las decenas de policías que se ubicaron fuera de la penitenciaría se encontraban familiares de los abogados rehenes: José Antonio Fernández Galván, coordinador de abogados del fuero común, y los defensores de oficio Alejandro Ramos, Antonio Gómez, Ulises Montañez Arias, José Jorge Arias Barajas, Patricia Gómez, José Luis Camarena Sánchez, Juan Manuel Rodríguez González y Pastor Villagómez y Pedro Aguilar.
El día 5 fue asesinado un interno
El pasado 7 de noviembre los custodios de esta prisión se manifestaron para exigir a las autoridades que elementos de seguridad externos hicieron la revisión de objetos y alimentos que ingresan para los reclusos, además de trasladar a otras cárceles del país a 18 reos de alta peligrosidad, pues aseguraron que éstos son los principales autores de la intranquilidad y el desorden que ahí priva.
Los inconformes comentaron que desde el 22 de febrero pasado, cuando tomó posesión la directora de este Cereso, Montserrat Figueroa (destituida hace tres días), la situación se complicó más por la indisciplina que comenzó a prevalecer.
Jesús Montejano Ramírez, director de Prevención y Readaptación Social estatal, admitió que hay fallas en el reclusorio, pues el 5 de noviembre fue asesinado el interno Ramón Castañeda Chávez con un arma de fuego.
En menos de un mes se han realizado tres revisiones y siguen apareciendo armas de fuego.
Un día antes de este asesinato, varios sujetos levantaron (secuestraron sin intención de pedir rescate) al segundo comandante del centro penitenciario, Marcelo Ortiz Herrejón. Por esta razón hay preocupación entre los custodios.