Congreso, obligado a garantizar toma de protesta: SG
Integrantes del gobierno federal y del equipo de transición del presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa, continúan los preparativos para la ceremonia del primero de diciembre, que incluyen el análisis de aspectos logísticos y de la resistencia que encabezarán los legisladores del PRD para impedir la toma de protesta.
En las diversas citas los funcionarios señalaron que el Congreso de la Unión es la instancia responsable de hacer cumplir lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos respecto a que el nuevo mandatario debe rendir protesta ante el Poder Legislativo.
"Es obligación del Congreso recibir al presidente electo para que rinda protesta, en términos de ley, y, por tanto, también garantizar que la ceremonia se lleve a cabo como prevé el artículo 87 constitucional", advirtió el titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Carlos Abascal.
El funcionario confió en que el Congreso "sabrá ejercer las facultades y atribuciones necesarias para garantizar el orden y la seguridad" en San Lázaro. Pidió a los diputados que adopten "una actitud adecuada frente a ese acto solemne", a fin de "represtigiar" al Legislativo.
"Su capacidad de renacimiento, su prestigio y su imagen pública cuentan muchísimo para que puedan realizar con eficacia, con tino, la tarea que les corresponde", dijo.
Reiteró que el presidente electo es informado de lo que ocurre en ese proceso, ante la proximidad de la toma de posesión, para lo cual las atribuciones de un eventual cambio las tiene, por ley, el Congreso.
"El presidente electo habrá de acudir ante el Congreso a cumplir esa solemnidad. Que no haya dudas de que así será", señaló.
Tres reuniones en Gobernación
En la SG se registraron ayer, de manera casi simultánea, tres encuentros, en los cuales estuvo de manera intermitente el secretario Abascal.
Por un lado, Juan de Dios Castro, consejero jurídico de la Presidencia, y el subsecretario de Gobierno de la SG, Arturo Chávez, donde el eje de la conversación fueron según trascendió temas vinculados con la asunción de Calderón y los conflictos del país, particularmente Oaxaca.
En otra oficina trabajaron aspectos de logística Cecilia Romero y Javier Prieto, comisionados para la organización de las ceremonias del primero de diciembre, por parte del grupo de transición y de la SG, respectivamente, con los enviados de la cancillería Gerónimo Gutiérrez, subsecretario para América del Norte, y Rafael Steguer, jefe de protocolo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En esa mesa se detalló el mecanismo de atención a los invitados internacionales.
Después del mediodía llegó a Bucareli el secretario de Seguridad Pública, Eduardo Medina, para reunirse también con Abascal.
De igual forma, se abordó el operativo de las fuerzas federales para el resguardo de San Lázaro, así como la presencia de los policías en Oaxaca. Un par de horas después se conoció de un motín en una cárcel de Michoacán.
Respecto de las advertencias de diversas fuerzas políticas de no permitir la toma de posesión, expresó: "Calderón entra de presidente a las cero horas del día primero de diciembre y él es presidente desde ahí en adelante".