El próximo director debe ser electo por la comunidad, reitera Aguilar Gutiérrez
Abandonó el IPN sus objetivos académicos y científicos
De continuar la estructura "antidemocrática" que prevalece en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), tanto en el nombramiento de autoridades como en la toma de decisiones, ni la eficiencia terminal ni el desarrollo académico podrán alcanzar mejores resultados ante un sistema que "premia el compadrazgo y el burocratismo administrativo", aseguró Genaro Aguilar Gutiérrez, profesor de posgrado de la Escuela Superior de Economía de ese instituto.
Aseguró que el IPN se ha convertido en "trampolín político" y se han dejado de lado los objetivos académicos y científicos que debe asumir como institución pública de educación media y superior.
El especialista en ciencias económicas afirmó que con un presupuesto cercano a los 7 mil millones de pesos, es "ofensivo" que cerca de 80 por ciento de los recursos se destine al pago de nómina burocrática, pues de los 15 mil profesores en activo, "más de mil 500 están adscritos a la administración general, a lo que se suma un número enorme de funcionarios que no tienen ninguna función específica, lo que impide aplicar eficientemente los fondos públicos con que cuenta la institución".
Aguilar Gutiérrez, quien reconoce ser aspirante a ocupar el cargo de director general del IPN, aseguró en entrevista con La Jornada que sin un proceso de democratización en la toma de decisiones y en la elección de autoridades, "no se podrá avanzar en la modernización del instituto ni en la consolidación de la excelencia académica y administrativa que debe alcanzar una de las instituciones educativas más importantes del país".
Agregó que en las últimas dos administraciones, encabezadas por Miguel Angel Correa Jasso (2000-2003) y José Enrique Villa Rivera (2003-2006), "ha prevalecido una visión burocrática, ya que no se trata de destacados científicos politécnicos, sino de académicos con una larga trayectoria administrativa que no han sabido obtener los mejores resultados tanto en términos académicos como de vinculación con otras instituciones de educación superior".
Insistió en que el nuevo director general del IPN debe ser un "politécnico con amplia trayectoria científica, que permita reinsertar el instituto en el debate de las grandes escuelas de educación superior y potenciar los recursos humanos de excelencia con que cuenta".
El IPN, insistió, puede convertirse en una institución que "apoye a las instancias de gobierno con la opinión de especialistas en áreas fundamentales para impulsar el desarrollo del país, como el sector energético, y garantizar que se cuente con las voces más reconocidas y experimentadas para apoyar la elaboración de los programas nacionales de desarrollo".
Por su parte, en conferencia de prensa, las organizaciones convocantes al primer Congreso Nacional Politécnico aseguraron que las propuestas y resolutivos que se presenten en este encuentro serán entregadas al presidente electo, Felipe Calderón.
Dijeron que asistirán al congreso representantes de "140 mil politécnicos", y que será decisión de la comunidad del IPN iniciar acciones de protesta si la terna que presenten ante Calderón no es considerada en la elección del nuevo director general.