La cúpula empresarial pide no atentar contra quienes generan bienestar y empleo
El PRD se deslinda de ataques y rechaza la vía violenta para transformar el país
Ampliar la imagen Un robot especial del equipo antibombas de la policía revisa un paquete sospechoso en la Zona Rosa Foto: Miguel Castillo/Micphotopress
Ayer hubo nuevas reacciones a los atentados con explosivos ocurridos la madrugada del lunes en la capital del país. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) manifestó su rechazo a la vía violenta para transformar a México, y resaltó que la movilización pacífica debe ser el distintivo de la izquierda democrática. A su vez, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) apuntó que la incertidumbre es la peor señal para los inversionistas, por lo que es necesario que prevalezca el estado de derecho y no se atente contra quienes generan bienestar y empleo.
Por su lado, el senador Alejandro González, del Partido del Trabajo, refirió que el surgimiento de grupos guerrilleros se suma al ambiente de crispación que se vive en el país y evidencia que en amplias capas de la población hay desesperación porque ya no encuentran en la vía electoral el camino para cambiar la nación.
La aparición de estos grupos debe hacer entender a la derecha que cometió un grave error al promover el fraude electoral del 2 de julio pasado, subrayó el legislador.
Al hacer su propia interpretación de tales hechos, diversas organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos aseguraron que el Estado mexicano es el responsable de las explosiones y aparición de grupos guerrilleros, por su incapacidad para solucionar las demandas sociales.
Brisa Maya, directora del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), cuestionó la situación en que se encuentra el marco jurídico, las instituciones y el supuesto avance democrático del país, que en nada han servido para dar respuesta a la movilización de la sociedad.
Así, mientras el PRD se deslindó de lo sucedido, a través de su secretario general, Guadalupe Acosta Naranjo, consideró que los integrantes de estas agrupaciones no actúan de mala fe, "pero creo que están equivocados, porque sus acciones pueden derivar en una mayor represión; en el endurecimiento del gobierno, y que los militares se coloquen en primer orden. Con ese tipo de medidas, la organización ultraderechista de El Yunque puede terminar enseñoreándose del país de manera completa'', indicó.
El CCE por su parte pidió realismo para abordar la actual circunstancia: "sería inocente pensar que por medio de ejercer la fuerza pública en el combate de grupos radicales o de la delincuencia organizada solamente se necesitarán recursos económicos, sino que desafortunadamente hay que ser realistas, porque podría costar vidas humanas".
Para Luis Arturo Macías, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, los grupos guerrilleros han desempeñado a lo largo de la historia un papel importante, pues son la expresión de la falta de un sistema de justicia, falta de acceso a la educación y la salud, entre otras desigualdades que afectan a las personas.
Los activistas, sin embargo, rechazaron los actos de violencia, en específico la colocación de bombas que alteran la tranquilidad y certidumbre de la sociedad.