Se deben rechazar los bombazos, pero también la ocupación policiaca en Oaxaca: Monreal
Legisladores condenan la intención de "sembrar el miedo y la alarma social"
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Jesús Murillo Karam, Graco Ramírez y Manlio Fabio Beltrones durante la sesión de ayer en el Senado, que fue suspendida tras el debate de los atentados
Foto: Carlos Cisneros
Legisladores de todas las fuerzas políticas condenaron en ambas cámaras del Congreso los recientes atentados en las sedes del tribunal electoral, del PRI y de una institución bancaria, pero en el Senado los bombazos provocaron un ríspido debate, que llevó a cancelar la sesión, luego de que el PRD se inconformó porque el PAN agregó en la agenda como punto de acuerdo un tema que estaba originalmente inscrito sólo como postura partidista.
En la Cámara de Diputados, por unanimidad, los ocho partidos ahí representados condenaron los actos violentos ocurridos la madrugada del lunes, por considerar que la intención fue de sembrar la desconfianza, el miedo y la alarma social.
Al intervenir como único orador sobre el tema, el perredista Juan N. Guerra sostuvo que los grupos extremistas "han surgido en México como resultado de crisis institucionales, ligados a una falta de estabilidad política, a una falta de perspectiva clara para el país, cuando no se ve la luz al final del túnel".
En el Senado, sin embargo, todo se complicó, porque el panista Felipe González González pretendió que esa cámara aprobara un acuerdo que logró colar de última hora, para rechazar "a los profetas de la violencia, que cegados por sus intereses mezquinos enfrentan a los mexicanos" y solicitar a las autoridades judiciales identificar y promover con todo el peso de la ley a los autores intelectuales y materiales de los atentados.
Con un lenguaje que el perredista Ricardo Monreal dijo después que le recordaba los discursos de la época de Díaz Ordaz, el panista González pidió no callar "ante aquellos provocadores que buscan la inestabilidad y olvidan la justicia social. Reprobemos a todos aquellos que prenden la mecha y que después exigen que la apagemos".
En ese momento la sesión la presidía la senadora perredista Yeidkol Polevnski, quien dio entrada al punto de acuerdo al que se dio tratamiento de urgente y obvia resolución y se comenzó a discutir ahí mismo. Monreal respondió que el Senado debía condenar la violencia física de los bombazos, pero también la violencia institucional que significa en Oaxaca la intervención de grupos paramilitares, la ocupación de la capital oaxaqueña con tropas federales y el sostenimiento artificial del gobernador Ulises Ruiz, así como la violencia política que significa sostener a los integrantes del Instituto Federal Electoral (IFE) luego de la elección del 2 de julio.
El priísta Carlos Aceves del Olmo resaltó que los atentados de la madrugada del lunes se suman "al clima de crispación y encono que vive el país" y son resultado de la crisis de ingobernabilidad que se vive por el vacío de poder y la falta de mando. Luego, el perredista Pablo Gómez expresó que su bancada condena los bombazos, porque sólo provocarán respuestas violentas del gobierno y que se incremente la campaña del miedo que promueve la derecha, pero recalcó que no estaban de acuerdo en el tono de la propuesta del PAN, que de manera "hipócrita" sólo condena algunos hechos de violencia.
Para entonces, la mesa directiva la presidía el senador panista Ricardo Torres Origel, quien trató de acabar con la discusión y pidió que se votara si el asunto estaba totalmente discutido. El perredista Tomás Torres se opuso a ello, trató de argumentar su objeción, pero el panista no le hizo caso, ordenó votar el punto y se armó la discusión.
Otro senador blanquiazul, vicecoordinador de la bancada, gritó desde su escaño: "señor presidente, nosotros también sabemos hablar fuerte", y Pablo Gómez se burló: "él habla fuerte como los machos", para advertir después que no podía votarse como punto de acuerdo la propuesta de González González, porque en la agenda lo inscribió como intervención.
A Torres Origel se le fue la sesión de control, sus compañeros de partido le exigían dar el trámite y el PRD se oponía; Dante Delgado, de Convergencia, recalcó que se estaba violentando el orden del día, con un tema llevado de última hora, que además no se discutió a profundidad. Ante tal situación, el panista presidente en funciones decidió poner a votación si después de cuatro horas podía continuar la sesión y por 49 votos a favor la mayoría de blanquiazules y 38 en contra ésta se suspendió.
En San Lázaro, en tanto, sí hubo acuerdo. Previamente en un documento firmado por los coordinadores parlamentarios y leído por Juan N. Guerra, se señala que en una democracia como la mexicana es inaceptable que grupos ajenos al interés de la sociedad siembren terror en un momento en donde debe prevalecer el diálogo, la tolerancia y el respeto a la ley. "Los partidos políticos con representación en esta cámara reiteramos nuestro repudio a este hecho de violencia como método de expresión política. Enfatizamos que sólo los cauces democráticos son el camino para la solución a los problemas que enfrenta el país".
Mal haríamos, dijo en su turno el perredista, si no reflexionamos sobre el contexto en que ocurren estos hechos. Recordó que la guerrilla de Genaro Vázquez surge después de un fraude electoral en Guerrero. Lucio Cabañas en este contexto y después de la represión a los maestros. La Liga Comunista 23 de Septiembre surge después del 68 y después del 71.
"Hay que condenar y hay que pedirle a la fuerza pública que pare estas cosas", dijo, y conseguir que "nuestras instituciones sean fuertes, sólidas, de manera que en México no exista ningún tipo de caldo de cultivo para ese tipo de hechos".