Denuncia la detención de tres personas más
Persiste el riesgo de nuevos enfrentamientos: Limeddh
La Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) denunció ayer la detención de tres personas más en la ciudad de Oaxaca y advirtió sobre el persistente riesgo de confrontación entre los integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y la Policía Federal Preventiva (PFP).
Jessica Sánchez, representante de la organización civil en la entidad, comentó que las detenciones se llevaron a cabo por la tarde, durante la marcha de los priístas que apoyan al gobernador Ulises Ruiz. Una en la zona conocida como El Llano y las otras dos en la colonia Reforma, por donde pasaba la manifestación.
De acuerdo con la versión de una señora que presenció los hechos, los priístas que iban en la caminata abrieron paso a una camioneta particular en la que viajaban individuos vestidos de civil, quienes portaban armas largas. No se identificaron como policías pero fueron ellos quienes aprehendieron a dos personas cuya identidad se desconoce, comentó Jessica Sánchez.
Con relación a las personas que hasta ayer permanecían detenidas en el reclusorio de Cuicatlán, Sánchez mencionó que 19 fueron liberadas la noche del lunes y ayer se esperaba la salida de otras siete.
Debido a que están por vencer los términos constitucionales para que el juez determine la libertad o el auto de formal prisión para los presos, los abogados iniciaron la promoción de juicios de amparo, explicó Sánchez, y también se refirió a la dificultad que los defensores han enfrentado para ubicar a la fiscalía móvil de la Procuraduría General de Justicia del estado.
De la misma manera, ayer continuó la movilización de familiares y amigos de los 25 activistas desaparecidos, señaló.
En tanto, obispos y vicarios de la diócesis de San Cristóbal de las Casas sugirieron al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, seguir el ejemplo de Eduardo Robledo Rincón, quien gobernó Chiapas en 1995, prácticamente un año después del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, para "abonar al ambiente de paz" que aquel estado requiere.
A la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, en tanto, le recomendaron "no caer en acciones violentas que sólo exponen a la represión y a que muchos ciudadanos consideren ilegítima su lucha". No hay que olvidar, subrayaron, "que el regreso a clases es un derecho de los niños y de las familias que no se puede solucionar".
Mientras, a la fuerza pública le pidieron limitar su acción a lo que la ley le marca, con absoluto respeto a los derechos humanos, sin abusos ni represiones, y a los grupos guerrilleros, que encaucen con otros métodos su lucha por la transformación social, "pues la violencia armada sólo genera destrucción y represión, y se daña más al pueblo retrasando los cambios que todos anhelamos y exigimos".
Tras un encuentro privado, los religiosos, encabezados por el obispo Felipe Arizmendi Esquivel, expresaron su pesar por la "polarización que ha dividido y confrontado a la sociedad oaxaqueña. Comprendemos que en el fondo de los problemas persisten graves injusticias, corrupción, abusos de poder, pobreza, marginación, analfabetismo e insalubridad, así como odios, egoísmos, desconfianzas y visiones parciales y radicalizadas".
Pidieron a los oaxaqueños que mantengan el diálogo pacífico y respetuoso, "pese a las desconfianzas" entre las partes en conflicto, porque "no hay mejor alternativa de solución".
En momentos como el que vive Oaxaca, advirtieron, "no basta invocar la legalidad; es tiempo de generosidad, de renunciar a uno mismo para el bien común. Es lo que se espera de todas las partes: ser capaces de renunciar en aras de la paz social". Por ello, a los gobiernos federal y estatal los llamaron a "hacer lo que les corresponde para una pronta y definitiva solución del conflicto a través del diálogo pacífico y de la respuesta a las justas demandas de las partes".