Aseguradoras niegan auxilio a vecinos afectados; el GDF analiza la forma de ayudar
Presenta el TEPJF denuncia de hechos por el atentado en sus instalaciones
Ampliar la imagen Daños en la entrada del auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional del PRI Foto: Jesús Villaseca
Tras el atentado registrado en sus instalaciones, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), a través de su dirección jurídica, presentó una denuncia de hechos por los daños registrados. Aunque la explosión del artefacto provocó destrozos en varias partes del inmueble, el área más afectada fue la dirección de Comunicación Social de la institución, algunas oficinas donde laboran abogados adscritos a la ponencia del magistrado Alejandro Luna Ramos y la Coordinación de Jurisprudencia y Estadística.
El estallido ocurrido alrededor de las 0:14 horas de este lunes provocó daños dentro del inmueble a pesar de que el lugar donde se colocó la bomba era contiguo a una doble puerta blindada denominada esclusa, misma que se destruyó en una de sus partes. Asimismo afectó decenas de casas en las calles aledañas a la sede del tribunal electoral, provocando destrozos en puertas, marcos de ventanas, automóviles y centenares de cristales rotos.
Asimismo, en un segundo atentado, cometido en la sucursal del Scotiabank de la calle de Arenal, ubicada a un kilómetro de la sede del Instituto Federal Electoral (IFE), las afectaciones fueron mayores dentro de la institución bancaria, así como en 40 casas y apartamentos en los alrededores, así como 11 locales comerciales.
Desde que se produjo el estallido en el TEPJF apenas horas después de que cuatro nuevos magistrados tomaran posesión de sus cargos acudieron al lugar agentes de la Procuraduría General de Justicia capitalina, elementos de Seguridad Pública del Distrito Federal, así como bomberos. Posteriormente hicieron su arribo miembros de la Procuraduría General de la República (PGR), quienes se responsabilizaron de levantar el peritaje.
En torno a la investigación destaca el hecho de que la cámara de seguridad que debía videograbar las imágenes en el área donde explotó el artefacto tenía algunos días fuera de servicio. Casual o no, esto impidió que los peritos de la PGR pudieran obtener mayor información. El personal de la dependencia federal sólo tuvo acceso al puesto de mando que concentra las imágenes de las más de 40 cámaras que forman el esquema de seguridad de la institución.
"Quedó como sordo"
Dentro del TEPJF quedaron gruesos vidrios blindados destruidos, una de las partes de la esclusa de una salida que nunca ha sido utilizada y plafones dañados. Aunque no hubo daños personales, elementos de seguridad aseguran que la explosión estuvo fuerte: "mi compañero de la caseta trasera dice que quedó como sordo tras el estallido".
Afuera del TEPJF había un sentimiento entre azoro y resignación, aunque no faltaba quien ya comenzaba a irritarse. Algunos no han terminado de asimilar el estallido que les produjo daños, y ya han comenzado a irritarse ante la respuesta inmediata de las aseguradoras de vehículos afectados: los seguros no cubren este tipo de siniestros.
Gabriel Coria reprochaba la irresponsabilidad de la aseguradora Zurich, que de plano le negó apoyo por las causales de los daños. "¿Y entonces quién?", se pregunta.
Por lo pronto, Pedro Bello Aguilar, director de Gestión Social de la Secretaría de Gobierno de la administración capitalina, encabezó ayer por la mañana los trabajos para levantar un censo de viviendas dañadas y una cuantificación de las afectaciones. Sin embargo, fue cauto: "vamos a ver qué se puede hacer, porque esto no es cosa del gobierno de la ciudad".
No obstante, ofreció que conjuntamente con la delegación Coyoacán evaluará el monto de los daños y analizará la forma en que se apoyaría a las viviendas afectadas. Eso tranquiliza un poco a los afectados de este acto del que, a esas horas, no se sabía bien quién era el responsable, lo que desata especulaciones en el vecindario de la unidad CTM Culhuacán contra las principales fuerzas políticas.
La situación en la sucursal bancaria no fue muy diferente, aunque los daños fueron mayores, ya que no había blindaje de por medio. Sobre la calle de Arenal quedaron los restos de vidrios, muebles y anuncios promoviendo "un futuro mejor" que patrocinaba el banco.
En los alrededores, los edificios del fraccionamiento Residencial Bugambilia tenían prácticamente todos los vidrios rotos, al igual que decenas de casas a la redonda, según el reporte de Salvador Rojas, subdirector de Servicios de Emergencias y Protección Civil de la delegación Tlalpan, quien puntualiza que, a pesar de lo aparatoso del estallido, no hubo daños estructurales en las casas ni afectaciones personales.
El área de Protección Civil delegacional se abocó a retirar los escombros que quedaron en la vía pública, mientras personal del banco se apresuraba a desalojar los escombros la explosión.