La gente que apoyaron para que llegara al poder los dejó solos, expresa
Marcos: no ofrecemos un nuevo presidente ni gobierno, sino la renovación del país
Fue recibido por centenares de personas en San Pedro de las Colonias, Coahuila
Ampliar la imagen Mitin en la comunidad El Hormiguero, durante la gira de la otra campaña en Coahuila Foto: Víctor Camacho
San Pedro de las Colonias, Coah., 3 de noviembre. Centenares de campesinos y colonos urbanos aguardaban esta tarde al subcomandante Marcos en las afueras de este poblado, reputado como una de las cunas de la Revolución. Por aquí anduvieron Madero y Villa, y el viejo cardenismo encontró bases sólidas. Aquí se levantó lo mejor del agrarismo mexicano, y por tanto se repudió desde la más temprana hora al salinismo.
Cantando corridos y mambos, coreando consignas y mostrando un caluroso aprecio por el líder rebelde, los laguneros iniciaron con él una marcha hacia el centro de San Pedro.
Durante un mitin callejero en Barrio Nuevo, cuya población mantiene desde hace nueve meses un plantón contra una gasolinera impuesta y potencialmente muy peligrosa, Marcos recordó que en 1988 los habitantes de esta localidad lagunera desafiaron al entonces candidato Carlos Salinas de Gortari, y lo repudiaron (a tomatazos, por cierto).
"De una u otra forma se tendió un puente desde ese 88 al 94, entre ustedes y nosotros. En esos dos extremos, aquí en Coahuila y allá en Chiapas se levantó la voz y la mano para desafiar a Salinas de Gortari y lo que iba a representar. Sabemos que él juró vengarse y aniquiló con todo su poder a San Pedro de las Colonias", expresó.
En "castigo" por aquel rechazo, el salinismo redujo créditos y programas por acá, e impulsó la maquila, las privatizaciones y la descampesinización desatada por su gobierno. La Comarca fue neocardenista en esos años, y aún ahora hay algunos gobiernos municipales del Partido de la Revolución Democrática. Pero, señaló el delegado Zero, "la gente a la que apoyaron ustedes para que llegara al poder los dejó solos, los olvidó, y San Pedro de las Colonias fue muriendo sin que aquellos que prometieron defenderlos y darles mejores condiciones de vida se acordaran siquiera. Todos sabemos bien de quienes estamos hablando".
En la otra campaña, agregó, "no estamos prometiendo un nuevo presidente, un nuevo gobierno, estamos prometiendo un nuevo país. Sabemos que la rebeldía que crece en ustedes, en su sangre y en su dignidad, es necesaria para lo que queremos hacer. Solos no podemos; se necesita la voz, el brazo, los pies, el corazón de los hombres y mujeres de San Pedro de las Colonias".
Resistencia popular
En relación con la gasolinera que los pobladores de este barrio rechazan, Marcos expresó: "¿Cuánto vale la vida de un niño? Depende, si es el hijo del gobernador Moreira vale mucho, si es hijo de ustedes no vale nada". A pocos metros de la impugnada estación de servicio, Margarita Corral habló en nombre de los vecinos. "Somos propietarios de nuestros predios", dijo. "El uso de suelo lo damos nosotros, y nadie más".
Doña Margarita denunció al gobierno municipal por otorgar a la propietaria -una poderosa inversionista de apellido Facuse- el permiso para la gasolinera mediante una consulta amañada en la colonia.
La estación, muy pequeña, se localiza en las calles Galeana y Lerdo, entre una tortillería, una panadería, una cantina, una vulcanizadora y muchas casas particulares, a poca distancia de un kínder y una primaria. Ya se cargaron 80 mil litros, a escasa profundidad y violando las reglas de seguridad, pero los vecinos instalaron un plantón "de la rebeldía" y hasta la fecha impiden su funcionamiento.
El delegado Zero manifestó a esta resistencia vecinal: "Queremos pedirles que se mantengan aquí, nuestro compromiso es llevar su lucha a otras partes. Les van a decir que no corren peligro. Si no hay peligro, ¿por qué Moreira no se lleva la gasolinera a su casa, o el presidente municipal? Y sabemos que no es la única preocupación que tienen ustedes, pero son un ejemplo para Coahuila y el resto del país".
La imposición de la gasolinera "no es el único dolor que hay acá, la destrucción del ejido, la destrucción de la producción, la implantación de maquiladoras, la sobrexplotación de los jóvenes y cómo cada vez más va cayendo el nivel de vida".
Un representante campesino de San Pedro denunció que el gobierno restringe las áreas de siembra de los ejidatarios para proteger las tierras privadas "y los nogales de los caciques". Lamentó que no exista siquiera un buen hospital y que las políticas oficiales tiendan a la desaparición de los campesinos.
A esto, Marcos apuntó: "Se trata de despoblar La Laguna. Que estas tierras vuelvan a manos de los grandes latifundistas y se empiece a vivir, como ya sucede en otras partes del país, como en tiempos de Porfirio Díaz". Pero si entonces se levantó la voz de la gente, y eso transformó nuestro país, ahora hay que hacerlo de nuevo, prosiguió. "Pero no solos, sino uniéndonos todos abajo".
Aquí, dijo, "el ejidatario sabe que para obtener crédito tiene que demostrar que tiene dinero. Si tuviera dinero no estaría pidiendo crédito. ¿Dónde están la maquinaria, el fertilizante? Todo el trabajo que hizo florecer La Laguna como un orgullo para el país y para América está ahora en manos de los grandes ricos".
Al arribar a la Comarca Lagunera de Coahuila suman ya 27 los estados de la República que la otra campaña recorre por abajo y por la izquierda. Al anochecer, en su camino a la ciudad de Torreón, el delegado Zero se detuvo en la comunidad El Hormiguero, donde los agricultores lo recibieron con fervor y le expusieron su problemática, similar a la de toda la región; es decir, rindieron testimonio de la "guerra" emprendida por el neoliberalismo gubernamental contra el campesinado y la autosuficiencia alimentaria.