El Haragán toca hoy en el Metropólitan
Luis Antonio Alvarez, El Haragán, se ha convertido en el retratista de usos y costumbres juveniles de cualquier barrio y cualquier ciudad. En sus canciones logra dibujar cuadros citadinos, donde los protagonistas -siempre seres de carne y hueso- deambulan por calles transitadas. Los personajes que pueblan sus composiciones aparecen sin artificios: algunos son soñadores; otros, cínicos, antihéroes y los más tan comunes como todos.
El Haragán inició su trayectoria como cantante de rock al más puro estilo de telenovela: fue músico errante en la Línea 3 del Metro en la ciudad de México. Acompañado sólo por una guitarra, Luis daba a conocer, de vagón en vagón, canciones como El no lo mató, A esa gran velocidad y El Chamuco.
La trayectoria
Era mitad de los años ochenta y, él, un incipiente músico, un adolescente con un puñado de canciones que con el tiempo empezaron a ser coreadas en las tocadas de rock en las cuales se presentaba, todavía, en solitario. En 1990 apareció una modesta producción titulada El Haragán y Compañía Valedores Juveniles, un álbum de 10 canciones, que a la fecha ha vendido un millón 200 mil copias.
Durante los años noventa se convirtió en el portavoz del joven obrero, del chavo albañil y el muchacho ambulante o desempleado de tiempo completo. Sus tocadas eran pan de cada día en el vasto circuito subterráneo de rock. Actualmente tiene casi 12 producciones.
A casi 20 años de ejercer el oficio de la resistencia, Luis Alvares cumple otro objetivo: presentarse en el Metro (Teatro Metropólitan). El Haragán y Compañía tocará hoy a partir de las 20:30 horas en el recinto de Independencia.
Los precios son accesibles, "para que pueda ir toda la bandera: de 120 a 300 varos, como en cualquier tocada. "Sólo que el Metropólitan es un lugar chido", dice.
Javier Hernández Chelico