Kiribati, archipiélago de 33 atolones, se alza apenas 1.8 metros sobre el nivel del mar
Varias islas del Pacífico Sur podrían hundirse por el calentamiento global
Australia y Nueva Zelanda deben prepararse para recibir cientos de refugiados ambientales, alertan
Mientras las naciones ricas se entretienen analizando políticas que pudieran reducir sus emisiones de bióxido de carbono, los países menos desarrollados del Pacífico Sur, como Kiribati, se hunden bajo las olas.
Kiribati, archipiélago de 33 atolones coralinos que se levanta apenas 1.8 metros sobre el nivel del mar, va desapareciendo conforme el calentamiento global hace subir el nivel de los océanos. El presidente de esa nación, Anote Tong, advirtió esta senana a Australia y Nueva Zelanda -las dos naciones desarrolladas de la región- que se preparen a recibir un éxodo en la siguiente década.
Al participar en el Foro Anual del Pacífico Sur, que se lleva a cabo en Fiji, Tong señaló que el aumento en el nivel del mar ocasionará incontables refugiados ambientales. "Nuestros estados isleños se sumergirán en el curso de 10 años, así que tenemos que encontrar adónde ir", dijo.
Entre los efectos del calentamiento global -ocasionado por el efecto invernadero- se prevé una expansión de las corrientes térmicas y el derretimiento de glaciares. Como resultado, el nivel de los mares podría incrementarse hasta en siete metros, lo cual será devastador para países como Bangladesh, India, Vietnam y China.
Las pequeñas naciones del Pacífico Sur, donde están algunas islas menos elevadas, serán las primeras que se inundarán. Además de Kiribati, entre las más vulnerables están Vanuatu, Islas Marshall, Tuvalu y varias zonas de Papúa Nueva Guinea.
En Vanuatu, todo un pueblo costero de la isla de Tegua se ha visto obligado a mudarse a tierras más altas. También en Kiribati -ex colonia británica conocida como Islas Gilbert- la gente ha tomado medidas drásticas.
El archipiélago, que ocupa un área de 3.2 millones de kilómetros cuadrados, es hogar de 92 mil 500 personas. La mayoría vive en el densamente poblado atolón principal, Tarawa, cadena de islotes en forma de herradura que rodea una laguna central.
Las playas de Tarawa, que es plana como una tortilla y tiene escasos 500 metros de ancho, se han erosionado a tal grado que se ha tenido que importar arena de Australia. Docenas de familias se han visto forzadas a desmantelar sus cabañas de madera y reconstruirlas más lejos del agua. Ahora la población está apretujada en una franja de tierra entre la laguna y el Pacífico.
Naciones afectadas
Los ambientalistas prevén que el incremento en el nivel de los mares afectará de manera desproporcionada a los países más pobres, cuya contribución al calentamiento global es insignificante, pero son los menos equipados para adaptarse.
El organismo oficial de investigación científica de Australia emitió este mes un reporte en el cual prevé que el calentamiento global en la región Asia-Pacífico hará crecer el nivel de las aguas marinas 48 centímetros hacia el año 2070.
El reporte australiano advirtió de un futuro éxodo de refugiados ambientales, al señalar que la migración de algunos países afectados del Pacífico Sur ya ha comenzado a incrementarse. En los dos años pasados cerca de 17 mil isleños solicitaron residencia en Nueva Zelanda, en comparación con 4 mil de 2003.
Sin embargo, en caso de que se desatara una migración masiva, los isleños podrían tener dificultades para encontrar un nuevo hogar, pues hasta ahora Nueva Zelanda se ha mostrado generosa -de hecho tiene una significativa población proveniente del Pacífico-, pero aceptar grandes cantidades de refugiados supondría un grave riesgo político.
El gobierno australiano no se ha comprometido a aceptar refugiados. En respuesta al reporte oficial, el ministro de Ambiente, Ian Campbell, dijo que la atención debe centrarse en ayudar a los isleños a permanecer en sus países, y añadió que Australia "siempre ha apoyado a sus vecinos en tiempos de necesidad, y eso nunca cambiará".
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya