Por impotencia, la escalada hostil estadunidense contra la nación caribeña, considera

"Una aventura militar en Cuba no es un paseo", advierte diplomática de la isla

Crece en la ONU la oposición a la continuidad del bloqueo ejercido durante cuatro décadas

JUAN BALBOA

De la ley Torricelli, pasando por la ley Helms-Burton, al plan anticubano del presidente George W. Bush, formulado por la Comisión de Asistencia a una Cuba Libre, todas tienen como finalidad fortalecer el efecto extraterritorial del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba -imponiendo severas restricciones al comercio internacional, arreciando el asedio a las operaciones comerciales y financieras vinculadas con la isla- y destruir el sistema político, económico y social de la revolución que encabezó Fidel Castro a finales de los años 50.

Para Mercedes Vicente Sotolongo, consejera jefe de la embajada de Cuba en México, su país vive una escalada hostil sin precedente por parte de la administración Bush, "ante la impotencia de no poder derrocar a la revolución cubana", y busca profundizar, en contubernio con un grupo poderosos de cubanos radicados en la Florida, un plan para la transición que contempla generar un clima de descontento e inestabilidad que serviría de pretexto a una intervención militar directa de Estados Unidos para reimponer el "control imperial", derrocar las instituciones establecidas y derogar las leyes.

"A la escalada agresiva de presiones económicas y financieras contra Cuba diseñadas en la primera versión del Plan para la Anexión de Cuba -la segunda versión fue presentada en julio pasado por el mandatario estadunidense- se suma ahora el establecimiento de nuevos mecanismos interagencias para perfeccionar la implementación de las regulaciones del bloqueo estadunidense y maximizar su efecto extraterritorial", subraya la diplomática cubana en entrevista con La Jornada.

Vicente Sotolongo alertó acerca de que el reciente informe de la Comisión de Estados Unidos para la Transición de una Cuba Libre, designada por el presidente George W. Bush, contiene un plan secreto para derrocar al gobierno revolucionario cubano por la vía militar. "Una aventura militar en Cuba no es un paseo", advierte.

Estima que el daño económico directo causado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo, partiendo de premisas de análisis sumamente conservadoras, supera los 86 mil millones de dólares: un promedio de mil 832 millones de dólares anuales.

El bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba durante más de cuatro décadas, y recrudecido en los últimos años, continúa diciendo Mercedes Vicente Sotolongo, ha sido condenado por la Asamblea General de la ONU en 14 ocasiones consecutivas de manera prácticamente unánime. Tan sólo el pasado año, 182 países exigieron al gobierno estadunidense poner fin al bloqueo y rechazaron su aplicación extraterritorial, en defensa de los principios y las normas del derecho internacional.

La canciller de la embajada de Cuba en México destaca en la entrevista que el gobierno estadunidense sigue desoyendo cada año tales reclamos; en respuesta, refuerza cada vez más el entramado de medidas y leyes dirigidas a destruir la revolución y a negar al pueblo el disfrute de su derecho a la libre determinación.

Cuba presentó en agosto pasado a la Asamblea General de la ONU un informe (resolución 60/12) sobre los efectos de la medida señalada, y propuso, una vez más, la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero. Los países que integran la Asamblea General de la ONU votarán la resolución el próximo 8 de noviembre. Cabe recordar que el patrón histórico de la votación ha logrado siempre un consenso general para que Estados Unidos retire el bloqueo: el año pasado 182 países se opusieron a la continuidad del bloqueo contra Cuba; en 2003 y 2004 el número fue de 179, y en 2002 llegó a 173.

"Yo creo que es muy importante partir de que la votación tendrá lugar en un contexto de particular hostilidad del gobierno estadunidense hacia Cuba; es decir, en los últimos años se han venido recrudeciendo no solo las condiciones del bloqueo -que es un componente de algo mayor que es la guerra económica contra Cuba-, que abarca también otras acciones cuyo propósito, más allá de los eufemismos que se utilizan, es el de derrocar a la revolución cubana.

"Estas condiciones de hostilidad se han acentuado, producto de varias acciones estadunidenses, fundamentalmente de carácter extraterritorial. Es decir, yo creo que el principal hecho violatorio del bloqueo como instrumento para tratar de derrocar a la revolución cubana es que se trara de una medida que se impone desde Estados Unidos en contra de Cuba que afecta a terceros países, y que en este entramado se ha ido avanzando hacia una serie de legislaciones de carácter extraterritorial, como fue en su momento la ley Torricelli, y posteriormente la Helms Burton, que tienen implicaciones para terceros países: en su afán de asfixiar a Cuba, Estados Unidos ha ido incrementado la ola de regulaciones y leyes que convierten el bloqueo en un mecanismo realmente diabólico que intenta asfixiar el proceso cubano", asegura.

Pondera la importancia de la votación que habrá de realizarse el próximo 8 de noviembre, pues asegura que esta votación en la ONU en contra del bloqueo adquiere una relevancia trascendental, porque expresaría la ya consolidada opinión de la comunidad internacional de que es un acto ilegal, de hostilidad.

El bloqueo es un tema que concita realmente un repudio internacional y existe consenso de que se trata de una medida de carácter unilateral, coercitiva, incompatible con las normas del derecho internacional y violatoria de toda la normatividad establecida en la Carta de las Naciones Unidas y todos los organismos multilaterales que existen.

La diplomática califica al bloqueo estadunidense contra su país como un gran dinosaurio. Reconoce que hoy por hoy el hecho de que la votación en contra del bloqueo sea abrumadoramente mayoritaria "nos pone en una situación compleja. Es decir, ¿qué hace Estados Unidos para justificar el bloqueo? Utiliza el tema de los derechos humanos, de ahí que la manipulación de este tema se produzca en justificación para mantener el bloqueo". No tiene duda de que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobará el 8 de noviembre una nueva condena del embargo comercial impuesto a Cuba por Estados Unidos, como ha hecho anualmente desde principios de la pasada década.

Sobre el pueblo cubano asegura que tiene muy claro que de su cohesión depende su propia existencia. Es decir, "la sobrevivencia de Cuba es consustancial al socialismo, al crecimiento de la educación cubana, a un desarrollo como el que hemos experimentado y nos ha permitido la independencia económica que tenemos con Fidel Castro".