Censuran obispos de Brasil los escándalos de corrupción
Lula desiste en el último minuto de participar en el debate televisado
Brasilia, 28 de septiembre. Tan sólo unos minutos antes de la hora prevista para el debate televisado entre los candidatos a la presidencia de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva -quien busca la relección para un segundo periodo de cuatro años- desistió de participar en el esperado encuentro nocturno y optó por acudir a un mitin de campaña en una de las zonas industriales de Sao Paulo, donde surgió a la vida pública como líder sindical.
Asesores de Lula informaron que el presidente decidió no asistir al debate para eludir acusaciones sobre un reciente escándalo político que involucra a su formación, el Partido de los Trabajadores (PT), y para sacar ventaja de su posición en las encuestas, que pronostican una victoria en la primera vuelta, el próximo domingo, a pesar del repunte de su más cercano contendiente, el socialdemócrata Geraldo Alckmin.
La más actualizada encuesta -publicada hoy por el diario Folha en su edición impresa- indicó que Lula tiene 49 por ciento de intenciones de voto, y que Alckmin subió de 31 a 33. Para evitar la segunda vuelta se requiere mayoría absoluta.
Según despacho de Folha, en su edición en Internet, el presidente estaba interesado en asistir al debate, pero decidió ausentarse luego que el líder del Partido de la Social Democracia Brasileña, Tasso Jereissati, se reunió con el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, y afirmó que la Policía Federal habría escondido evidencias del origen de los 800 mil dólares utilizados por el PT para comprar documentos que probaban actos de corrupción de los opositores.
A tres días de las elecciones, la influyente Conferencia Nacional de Obispos de Brasil condenó el intento de difamación de los candidatos socialdemócratas, particularmente de José Serra, que busca la gubernatura del poderoso estado de Sao Paulo.
Los obispos en el país con mayor población católica del mundo censuraron los escándalos de corrupción ocurridos en el último año y afirmaron que Lula, de 60 años, no ha cumplido las expectativas.
El próximo domingo, 126 millones de brasileños están convocados a las urnas para elegir presidente, gobernadores de 26 estados y legisladores, en este país de 180 millones de habitantes, con 22.7 por ciento de población que vive con menos de 56 dólares mensuales (5.5 por ciento menos que al comienzo del gobierno de Lula, el primero de enero de 2003).