Slim: el teatro del absurdo
Invitado por hombres de negocios de Estados Unidos, Carlos Slim Helú calificó de kafkiano el plantón sobre Paseo de la Reforma y criticó las acciones de resistencia civil contra el fraude electoral, llamando radicales a los actuales dirigentes de la izquierda, los mismos que lo favorecieron para que se apoderara financieramente de 1 por ciento del patrimonio de la capital mediante el Fideicomiso del Centro Histórico, ampliando su influencia en un conglomerado urbano al servicio de las clases privilegiadas. Sin duda un absurdo, como dijo, pero con mejores resultados.
El rescate del corazón histórico de la ciudad comenzó fallidamente en 1990 con un fideicomiso basado en contribuciones voluntarias, mismo que se liquidó 11 años después con un gasto de operación de apenas 8 millones de pesos, hasta que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo reactivó el 12 de febrero de 2002, creando un organismo de carácter público, con el objetivo de dar rentabilidad, para que los bienes raíces se hicieran productivos y atraer nuevas inversiones, que dieron mayores beneficios que los que otorgan los instrumentos bancarios, incrementando de inmediato su plusvalía.
Para ello se invirtieron 500 millones de pesos del GDF promoviendo a las empresas privadas, que asumieron la tarea de administrar los recursos públicos y la coordinación de trabajos. El proyecto se delimitó en poco más de nueve kilómetros cuadrados, que incluyeron 668 manzanas y 9 mil predios, que albergan mil 500 edificios de valor monumental, 196 monumentos civiles y 67 religiosos, incluyendo la Catedral metropolitana y el Zócalo, donde se asientan cerca de 80 museos y recintos culturales, 78 plazas y jardines, 19 claustros, 28 fuertes y 12 sitios con murales, construcciones que datan de los siglos XVI y XIX.
Son 13 los proyectos específicos para revitalizar el espacio urbano de Donceles hasta Venustiano Carranza, de 5 de Febrero al Eje Central Lázaro Cárdenas, la Alameda Central y la calle de Guatemala, donde el gobierno de España planeó un centro cultural con una aportación de 50 mil dólares. Se demolieron edificios dañados por el sismo de 1985 en las calles Independencia, Luis Moya, Dolores y en la avenida Juárez, donde se construyó una megaplaza.
El hombre de la década, según la revista Latin Trade, definió como una locura la protesta, que afectó la circulación de 350 mil vehículos diariamente y causó pérdidas, estimadas por la Cámara Nacional de Comercio, de 7 mil 800 millones de pesos y el despido de mil empleados, disminución de ganancias muy alejada de la cifra de 18 mil millones de pesos que les ha dejado la renovación de la zona. Las tareas de rescate del corredor ocupado circunstancialmente por inconformes con la transparencia y la certeza electoral, comprometieron al gobierno a reordenar, regular y reglamentar los diversos servicios en el área del primer cuadro capitalino, incorporando nuevas tecnologías para la seguridad de habitantes y paseantes.
Para ello se otorgaron estímulos fiscales a los inversionistas, con deducciones inmediatas hasta de ciento por ciento de las inversiones que se efectuaran, 40 por ciento del monto total en el caso de enajenaciones de bienes inmuebles, para aumentar su vida útil, permisos para uso del activo con otros fines a los que prevalecían, condonación de pagos hasta de ciento por ciento del impuesto predial, sobre derechos de consumo de agua, exención sobre adquisición de inmuebles, en expedición de licencias de construcción y restauración, y prórroga de licencias.
El ambicioso plan fue la respuesta para atajar la problemática adquirida por el abandono administrativo con múltiples conflictos sociales, degradación de espacios públicos, deterioro de inmuebles antiguos y, especialmente, nula inversión. En la delegación Cuauhtémoc operan 59 mil 200 vendedores ambulantes, se cometen en promedio 16.73 delitos diarios y 4 mil 66 actos ilícitos.
El proyecto se definió por etapas incluyendo el corredor turístico y cultural de Paseo de la Reforma, dentro del Programa General de Mejoramiento de Imagen Urbana, a cargo de las secretarías de Turismo y de Obras y Servicios, con asesoría de la UNAM, desde la fuente de Petróleos a la calle Bucareli, dando a la avenida de 5 mil 300 metros un aspecto funcional, seguro y cómodo. Teléfonos de México reforzó y rehabilitó sus redes a lo largo de mil 764 metros, para atender la demanda que crearía la rehabilitación que ha tenido un costo total de 48 millones 410 mil 584 pesos.
Las quejas por la obra se situaron en una pérdida de 7 mil pesos diarios, según Procéntrico, que señaló la exclusión que "trataba de comprar barato y vender caro en dólares", para favorecer a la iniciativa privada encabezada por Slim, que ignoró las peticiones de los mil 500 comerciantes establecidos. Si bien se apuntó que "éste no era el gran negocio de su vida", con él adquirió cinco predios en las calles Marconi, Tacuba, Donceles y Eje Central; 62 edificios, la mayoría históricos, como el edificio del Banco de México y la Torre Latinoamericana, con una inversión de 600 millones de pesos, para la construcción de oficinas y condominios de lujo destinados a solteros, parejas de ejecutivos sin hijos, estudiantes con grado de profesionistas, con ingresos mayores a los 180 mil pesos anuales, con actividad en servicios profesionales, en el gobierno, instituciones culturales, bancarias o comerciantes.
El dueño del grupo Carso fue señalado de ser prestanombres y acusado de prácticas monopólicas, el 30 de noviembre de 1995, por Cuauhtémoc Cárdenas, quien lo culpó de saquear el patrimonio nacional, acción que calificó de escandalosa, lo que derivó en la averiguación previa 1660/FESPLE/95, radicada en la mesa IX de la Fiscalía Especial de Servidores Públicos, que nunca procedió. Todo como parte del teatro del absurdo que tanto critica hoy.