Pago de deuda y desaceleración en EU, otros factores: analistas
La caída del precio del petróleo presionará las finanzas en 2007
Las finanzas públicas se verán presionadas por una baja en el precio del petróleo y la desaceleración en la economía de Estados Unidos. Otro factor será el pago de intereses de la deuda pública, que ascenderá a 271 mil 858.7 millones de pesos, de acuerdo con cifras oficiales.
Analistas del mercado señalaron que esto obligará al próximo gobierno a aplicar medidas de austeridad, particularmente en el gasto corriente, o a incurrir en un déficit de entre 0.5 y uno por ciento del PIB. Además, las participaciones a los estados ascenderán a 293 mil 367.8 millones y el presupuesto de Pemex se ubicará en alrededor de 108 mil 753 millones de pesos.
Señalaron que la situación económica y política en la que se discutirá el paquete financiero para el próximo año será la más complicada de los últimos años, porque el margen de maniobra de las finanzas públicas es muy estrecho y el Ejecutivo federal está sujeto a lo dispuesto por la nueva Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que lo obliga a operar con déficit cero.
De acuerdo con las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, la economía mostrará un moderado crecimiento no mayor a 3.8 por ciento para el próximo año. Con ello, las finanzas públicas verán estancados sus ingresos y de ahí la necesidad de que se mantenga cautela en el ejercicio del gasto y sea necesario buscar nuevas fuentes de ingresos.
Los indicadores de las autoridades hacendarias destacan que la inflación será de 3 por ciento y el precio del petróleo calculado por la fórmula prestablecida en el Presupuesto de Egresos, de entre 37.5 y 38 dólares por barril.
El consultor financiero, Mario Di Costanzo, sostuvo que la Secretaría de Hacienda prevé que en 2007 se obtengan ingresos por 2 billones 36 mil millones de pesos. Por lo tanto, el gasto neto total del gobierno federal para el próximo año no podrá ser superior a esos recursos.
La nueva Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria establece que no se puede incurrir en déficit, salvo en situaciones de excepción. De ahí, dijo, la necesidad de un recorte en el gasto productivo o social, o una solicitud al Congreso para incurrir en un déficit en las finanzas públicas.
El escenario, agregó, no se plantea fácil porque el pago de la deuda y las aportaciones a la seguridad social, que son gastos obligados por la Ley de Coordinación Fiscal, absorberán 51.1 por ciento del gasto gubernamental al proyectarse en un billón 35 mil 714 millones de pesos.
Entre los compromisos ineludibles, precisó, se encuentran las erogaciones destinadas a los organismos del sector energético y la Secretaría de Agricultura, los cuales deberán tener un presupuesto equivalente al del año anterior; se deberá incrementar conforme a la inflación esperada de 3 por ciento por lo que sus asignaciones ascenderán a 326 mil 293.6 millones de pesos.
También, el gobierno federal deberá enfrentar los gastos sociales ineludibles y que al igual que el grupo anterior tendrán que recibir recursos cuando menos en términos reales igual que en 2006. Tal es el caso del Seguro Social y el ISSTE, así como de la Secretaría de Educación, que en conjunto absorberán 22.8 por ciento del presupuesto, indicó Di Costanzo.
Por último, afirmó que la alternativa del próximo gobierno será aplicar un programa de austeridad en gasto público para dar viabilidad a las propuestas de campaña, o negociar con el Congreso un déficit que le permita contar con un margen adicional de 60 mil millones de pesos.