En su agenda para el Congreso plantean "la defensa sin concesión" de los energéticos
Solicita el FAP su registro ante el IFE y reitera que no reconocerá a Calderón
Los dirigentes de PRD, PT y Convergencia ratificaron su disposición al diálogo serio con todas las fuerzas políticas "en el marco del Congreso de la Unión", así como su "determinación de no reconocer al usurpador Felipe Calderón y combatir el atropello a la voluntad ciudadana" materializado luego de la elección presidencial del pasado 2 de julio.
Tras solicitar ante el Instituto Federal Electoral (IFE) el registro del Frente Amplio Progresista (FAP), tanto el perredista Leonel Cota como Alberto Anaya, de la Comisión Política de la directiva nacional del PT, y el presidente de Convergencia, Luis Maldonado, refrendaron la solidaridad y apoyo a la resistencia civil, legal y pacífica "que combate la imposición".
Asimismo, reiteraron su "firme determinación de mantener nuestra búsqueda del poder por la vía electoral, vía pacífica que debe ser el camino para impulsar las grandes transformaciones que la nación necesita", además de manifestarse por la solución, igualmente pacífica y sin la intervención del Ejército Mexicano, del problema que enfrenta Oaxaca.
Como parte de su agenda política, los tres partidos se plantean la necesidad de evitar el retroceso democrático, "combatiendo con firmeza la usurpación de la Presidencia de la República que pretende realizar el PAN y sus aliados", al tiempo de "promover un avance democrático impulsando la creación de un nuevo régimen político, que incluye una profunda reforma electoral que evite la impunidad y las ilegalidades materializadas en los recientes comicios presidenciales, y que garantice la inviolabilidad de la voluntad popular depositada en las urnas".
En conferencia de prensa, los dirigentes de los tres partidos mencionaron que con el FAP aspiran a que se integren, en un bloque progresista, democrático y de izquierda, amplios sectores políticos y sociales de la nación, "que den una opción de cambio económico, político y social profundo que beneficie a la mayoría de los mexicanos".
Los tres dirigentes enfatizaron que así se fortalece y potencia la unidad de las fuerzas progresistas que conformaron la coalición Por el Bien de Todos en el pasado proceso electoral. "Con esta alianza ganamos la Presidencia de la República", además de señalar que estas fuerzas unidas consiguieron el mayor crecimiento en el proceso electoral federal, al ganar 16 de las 32 entidades federativas y convertirse en la segunda fuerza electoral en el Congreso.
"Nos respalda el movimiento social más fuerte de las décadas recientes. Somos una oposición a la derecha que se sostiene a partir del pacto de intereses y el uso de los instrumentos del Estado. Iremos juntos a las distintas elecciones. Coordinaremos nuestras decisiones en ambas cámaras del Congreso. Ganaremos el debate político con la mejor agenda para el cambio económico político y social. Nuestra agenda legislativa consistirá en cambiar la política económica y fundar un nuevo régimen político que consolide la democracia", afirmaron los líderes partidistas.
Al trazar la agenda que llevarán al Congreso, advirtieron que en ella se plantean la defensa, "sin concesión alguna", de los energéticos, de las aguas y demás recursos naturales, para que sigan siendo del dominio nacional, así como del IMSS y del ISSSTE; reactivar las inversiones públicas y privadas en la infraestructura; ampliar el acceso al crédito a las pequeñas y medianas empresas; fortalecer los ingresos públicos, sin recurrir a aumentos en el IVA; fortalecer el sector energético y reducir el costo de la energía, sin privatizar el petróleo ni la electricidad.
Además, ampliar y mejorar la calidad de la educación pública gratuita y laica, y asegurar el acceso universal a un sistema de salud de mejor calidad; plantear iniciativas que reformen la legislación electoral y el sistema de justicia; que se fortalezca al Congreso y se impongan nuevas normas de austeridad a servidores públicos.