Brennan subrayó el poder evocador del músico ruso
Hace falta montar en México Lady Macbeth, de Shostakovich
La música del compositor Dmitri Shostakovich, su temperamento, desarrollo artístico y estético en la Rusia de Stalin fueron motivo de análisis el pasado lunes en el Centro Cultural Ollin Yoliztli, en el contexto de los festejos por el siglo de vida del autor de la polémica ópera Lady Macbeth del distrito de Mtsensk.
Dentro de las actividades que se realizan desde principios del año para conmemorar esa efeméride y que se suman a las presentaciones de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, con las 15 sinfonías del compositor ruso, este lunes se reunieron Enrique Barrios, director artístico de la OFCM, Raquel Sosa titular de la Secretaría de Cultura del DF y los musicólogos Juan Arturo Brennan y Javier Platas para debatir sobre la época, perfil y alcances de la obra de Shostakovich.
La música del compositor, explicó Juan Arturo Brennan, crítico de música de La Jornada, ''es maravillosa, de un profundo poder evocador y sumamente emotiva".
Su obra, agregó, llega al alma porque era un ser profundamente emocional a pesar de su entrenamiento técnico y académico profundos.
Sobre la filmación checa de la controvertida ópera Lady Macbeth, que se proyectó en la sala Andrea Palma de ese conjunto cultural y la cual no ha sido montada en México, dijo que el filme ''tiene la virtud de que no es una puesta en escena en un teatro, porque fue realizada en locaciones y exteriores como una auténtica película; además de que quienes interpretan físicamente los papeles son actores profesionales, doblados musicalmente por cantantes".
Es una historia, continuó Brennan, muy interesante que contrasta con los libretos tradicionales un tanto cursis que nos cuentan las grandes óperas favoritas del público y ''lo que me da mucha pena es que nadie haya tenido la curiosidad, imaginación ni voluntad en México de poner en escena su Lady Macbeth, lo cual hubiera sido una aportación notable en esta celebración".
Shostakovich nació en San Petersburgo y a mediados de los años 30 del siglo pasado tuvo gran éxito con Lady Macbeth, que fue criticada luego de que Pravda publicó un artículo, ''Desorden, no música'' atribuido a Stalin, quien lo atacó severamente.