UNAM, a la vanguardia
Acapulco, Gro., 24 de septiembre. La generación de conocimiento sobre los fenómenos químico-biológicos, climatológicos y morfológicos, así como de las corrientes marítimas de las costas del océano Pacífico y de Mar de Cortés, a través de los nuevos equipos y sistemas de tecnología de punta, hacen del buque oceanográfico El Puma, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), uno de los cinco barcos de esta especialidad más importantes del mundo.
A 25 años de su botadura recibió una inversión cercana a 50 millones de pesos en equipo científico y de navegación, que le permitirá prestar servicios a instituciones de educación superior; investigaciones estratégicas a la Armada de México, a empresas paraestatales y privadas, por lo menos durante diez años más. Con ello, dijo el rector Juan Ramón de la Fuente, se fomenta la investigación de punta y se formarán nuevas generaciones de científicos, particularmente oceanógrafos. "Con la remodelación de la infraestructura e instalación del nuevo equipo se transmite a la sociedad y a quienes toman las decisiones en esta materia en México, que en nuestro país hay investigadores de talla mundial, capaces de realizar estudios con el mismo grado de sofisticación que en los países avanzados", añadió De la Fuente.
Entre los equipos recientemente instalados en El Puma -el otro buque oceanográfico de la UNAM, el Justo Sierra, está recibiendo el mismo tratamiento-, cuyo funcionamiento fue explicado en alta mar a tres millas náuticas de la costa, se encuentra la ecosonda EM3000 Multibeam, sistema único en México y de alta especialización tipo multihaz que permitirá obtener información tridimensional precisa del fondo marino hasta una profundidad de 5 mil metros, "de gran utilidad para la definición de la extensión y orografía de la zona económica exclusiva del país", informó Adolfo Gracia Gasca, director del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
El académico, acompañado por el capitán de la embarcación, Pascual Barajas, señaló que se renovó totalmente la capacidad de investigación, "y este buque tiene el equipo más moderno, de alta tecnología, que se pueda tener en un barco oceanográfico", e informó que gran parte de los trabajos de remodelación se realizaron en los astilleros de la Secretaría de Marina-Armada de México, en Salina Cruz, Oaxaca. Ahora, continuó, "tenemos una capacidad de investigación, exploración y navegación a escala académica nunca vista".
Por su parte, el contralmirante Armando Martínez Puente, representante de la Secretaría de Marina, hizo un reconocimiento a la investigación que en los mares de México realiza la UNAM.
El navío cuenta, además, con otra ecosonda, EA600, que emite señales de un solo haz para conocer la profundidad del fondo marino, e inclusive logra penetrar a cierta profundidad del lecho para analizar su composición. Resulta esencial para las operaciones de muestreo biológico del lecho marino. Pero la ecosonda TOPAS PS 40, también instalada a bordo, permite, gracias a su tecnología, penetrar hasta 150 metros debajo del fondo del mar, a fin de estudiar y caracterizar las formaciones geológicas en el subsuelo.
José Galán, enviado