El panorama actual debe preocupar tanto a investigadores como a la sociedad, dice
Exige De la Fuente una política de Estado que impulse la ciencia
Ampliar la imagen Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM, puso en marcha los nuevos equipos instalados en el buque oceanográfico El Puma Foto: Yazmín Ortega Cortés
Acapulco, Gro., 24 de septiembre. El panorama para la ciencia en México y América Latina "es muy preocupante", y el tema debe ocupar no sólo a la propia comunidad científica, sino también a la sociedad, sostuvo ayer el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente.
Añadió que mientras países europeos, como España, acordaron invertir 3 por ciento de su producto interno bruto (PIB) en ciencia para poder competir con Estados Unidos o Japón, en México seguimos sin rebasar "el punto crítico" de 0.4 por ciento del PIB, "es decir, en el mejor de los casos estamos diez veces por debajo de lo que deberíamos invertir en ciencia y tecnología. De ese tamaño es la brecha", dijo.
Sostuvo que es necesario tener una estimación objetiva de esta distancia porque, añadió, de otra manera "no vamos a poder acortar esta brecha".
Consideró que de consolidarse una política de Estado en la materia en los próximos diez años, México podría lograr una situación "mucho más competitiva" con el resto del mundo.
"No es algo que va a ocurrir de inmediato. Pero si no lo empezamos hoy se nos pueden perder otros diez años, y entonces seguramente lo que pasará es que la distancia que nos separa será cada vez mayor".
Advirtió: "el riesgo es que esa distancia se vuelva realmente irrecuperable, que lleguemos a un momento en que no sea posible que podamos recuperar nuestra competitividad". Luego de supervisar el funcionamiento de los nuevos equipos y sistemas en el buque oceanográfico universitario El Puma, a tres millas náuticas de la costa guerrerense, De la Fuente sostuvo que la sociedad mexicana debe estar al tanto de dos ideas fundamentales: la primera es que el país tiene investigadores de talla mundial, es decir, la ciencia mexicana es de buena factura, pero no ha crecido en la medida en que lo han hecho las infraestructuras científicas en otros países.
La segunda es que cuando se puede hacer inversión para equipo científico, para infraestructura, esas inversiones tienen una repercusión fundamental para e desarrollo del país.