Evidentes contradicciones entre las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente
Se suspende por tercera vez aval para experimentar con maíz transgénico
Permisos expuestos en Internet hasta el día 19 violaban la ley de biodiversidad: ONG
Ampliar la imagen Activistas de Greenpeace protestan frente a la Secretaría de Salud con un contenedor lleno de maíz transgénico, cuya importación se exigió prohibir Foto: La Jornada
Las contradicciones entre las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente se hicieron evidentes luego de la suspensión, por tercera vez, del proceso de autorización de los permisos para cultivo experimental de maíz transgénico -que promueven las transnacionales con apoyo de organismos públicos-, pues la segunda dependencia avalaba el proceso a pesar de que se violaría la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM).
Científicos y organizaciones ambientalistas advirtieron en distintos foros que los permisos que hasta el 19 de septiembre estuvieron a consulta por Internet en la página del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria (Senasica), dependiente de Sagarpa, eran violatorios de la legislación porque, además de que aún no existía el citado régimen de maíz, tampoco hay reglamento de la ley ni se ha instalado el consejo consultivo que debe avalar esos permisos.
El titular de la Semarnat, José Luis Luege Tamargo, declaró la semana pasada que el régimen especial de maíz no era necesario para los cultivos experimentales y que no significaba violar la LBOGM. Aseguró que ya se habían cumplido pasos que en las dos ocasiones anteriores se habían omitido: se hizo la evaluación por la Comisión para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad, la dependencia ya había otorgado el dictamen ambiental y autorizado los estudios, sólo faltaba el aval de la Sagarpa.
En la cláusula 11 del artículo 2 de la LBOGM se señala textualmente que se deben definir "las bases para el establecimiento, caso por caso, de áreas geográficas libres de organismos genéticamente modificados (OGM), en las que se restrinja la realización de actividades con determinados OGM, así como de cultivos de los cuales México sea centro de origen, en especial del maíz, que mantendrá un régimen de protección especial". Este régimen no quedó plasmado en la ley.
La Semarnat, en justificación por la entrega de estos permisos, argumentó en voz del subsecretario de Normatividad, José Ramón Ardavín, que los abogados de la dependencia ya habían determinado que el régimen no era necesario y además la Comisión Federal de Mejora Regulatoria rechazó el documento presentado por las dos secretarías como "régimen especial" con el argumento de que no había fundamento legal para emitir ese acuerdo. Aseguró que la LBOGM "establece el régimen y enuncia sus características".
La Semarnat dijo que en el caso de los permisos solicitados sólo se requería la autorización del dictamen ambiental y el aval de Sagarpa para que las solicitudes de Monsanto, Dow AgroSciencies y Pioneer fueran aprobadas. Los estudios con semillas de estas empresas están previstos para realizarse en campos experimentales de otro organismo público, también de la Sagarpa: el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias, bajo la coordinación de Luis Herrera Estrella, del Centro de Investigaciones Avanzadas del Instituto Politécnico Nacional.
Greenpeace envió una carta al director del Senasica, Javier Trujillo, en la que le pide corroborar por escrito las declaraciones de hace unos días del titular de la Sagarpa, Francisco Mayorga, quien dio a conocer la decisión de esa secretaría de "retroceder en sus intentos por experimentar maíz transgénico en campo, y es muy probable que concluya este sexenio sin que esto ocurra" debido a que aún no estaba listo el régimen especial de maíz.
Le pidió aclarar "si estas manifestaciones se entienden como la decisión política de negar los permisos para la siembra experimental de maíz transgénico en el contexto de las solicitudes de reconsideración presentadas por tres empresas agro transnacionales en meses pasados".
Las presiones del sector privado crecieron en las semanas recientes. Agrobio, asociación en la que están agrupadas las trasnacionales en México, mencio- nó hace unas semanas que en el mundo el cultivo de maíz transgénico está creciendo y el país se está quedando rezagado.