Cuestionan jóvenes al arzobispo por no castigar a religiosos pederastas
Obispos: la SNAP quiere lucrar con el caso Aguilar Rivera
Ampliar la imagen Ayer, afuera de la Catedral Metropolitana Foto: cuartoscuro.com
El consejo episcopal de la arquidiócesis de México -integrado entre otros por nueve obispos auxiliares de la curia- acusaron a la Red de Sobrevivientes de Víctimas de Abuso Sexual de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) de "lucrar inmoralmente" con el caso de Joaquín Aguilar, el joven abusado sexualmente por Nicolás Aguilar Rivera, en 1994, y que hoy denuncia a los cardenales Norberto Rivera Carrera y Roger Mahony por supuesto encubrimiento de ese cura.
Mientras el deán de la Catedral Metropolitana, Rubén Avila, ayer daba lectura al pronunciamiento en solidaridad con el arzobispo mexicano, afuera del templo, de cara al Zócalo capitalino, siete jóvenes -que dijeron ser ciudadanos independientes- portaron cartulinas cuestionando al cardenal Rivera por falta de castigo para los sacerdotes pederastas.
Sentados en el piso, sin traspasar las rejas del recinto, los muchachos con las caras pintadas de blanco depositaron frente a sí tres muñecas desnudas, simulando víctimas de abuso sexual. No emitieron consignas, se limitaron a mostrar, durante toda la hora que duró la misa dominical del arzobispo Rivera, los carteles con las siguientes leyendas:
"Onceavo mandamiento: no violarás a los hijos de tus fieles"; "Un violador es un delincuente, aun con sotana"; "Dios no protege a los pederastas. ¿Y usted, cardenal?; "No queremos niños violados en el reino de los cielos", y "Al que viola llámalo por su nombre: violador".
Junto con esta protesta, se registró un incidente más en la Catedral, cuando un grupo de aproximadamente 20 perredistas con camisetas amarillas, y algunos con botones de apoyo a Andrés Manuel López Obrador intentaron ingresar al recinto, pero se los impidieron los policías de seguridad pública que resguardan el lugar y elementos de seguridad interna del templo, para evitar protestas contra el jerarca católico. El incidente no pasó a mayores, cuando se cerró la puerta principal del lugar, y los simpatizantes del ex candidato presidencial, incluidos unos que ya habían ingresado, se retiraron.
Al término de la celebración religiosa que encabezó el arzobispo, se leyó el documento del Consejo Episcopal, publicado en el periódico de la curia, Desde la Fe. Por ese conducto el organismo expresó su consternación por las "graves e injustas acusaciones" de SNAP hacia el arzobispo primado.
"Somos testigos -externaron- de que el cardenal Rivera Carrera siempre ha actuado con gran responsabilidad pastoral. Desde que empezaron a conocerse públicamente estos criminales y lamentables casos de pederastia, ha sido firme en la condena de tan aberrante conducta, y nos ha pedido una gran diligencia, a fin de prevenir y evitar estos deplorables acontecimientos que tanto daño hacen a las víctimas inocentes, a sus familias y a la confianza de nuestros fieles en sus pastores".
Plantearon que les resultaba incomprensible que Joaquín Aguilar quiera responsabilizar al prelado de hechos cometidos en la Arquidiócesis de México en 1994, cuando él asumió en julio de 1995. También cuestionaron que al religioso se le juzgue y acuse a través de medios de comunicación "sin que se presenten pruebas para ello".
Queremos recordar, expresaron, que "toda persona es inocente hasta que se compruebe lo contrario, y la difamación y calumnia perpetradas por grupos oscuros y enemigos de la Iglesia no son ninguna prueba".
Los obispos auxiliares de la arquidiócesis de México -Carlos Briseño Arch, Marcelino Hernández Rodríguez, Felipe Tejeda García, Antonio Ortega Franco, Francisco Clavel Gil, Jonás Guerrero Corona, Víctor Sánchez Espinosa, Rogelio Esquivel Medina y Luis Fletes-, así como el rector de la Basílica, Diego Monroy Ponce, y cuatro religiosos más, calificaron al líder católico de "pastor solícito y solidario", y exhortaron a los fieles a "no dejarse engañar y manipular por quienes no buscan la justicia para las víctimas de abusos cometidos por indignos sacerdotes, sino que pretenden lucrar inmoralmente con el sufrimiento de las víctimas inocentes".