La relación del papa Pío XI con Franco, entre los temas
Abrirá el Vaticano archivos secretos del siglo pasado
Desde el pasado lunes, el Vaticano abrió a los investigadores de todo el mundo sus archivos secretos correspondientes al periodo del 6 de febrero de 1922 al 10 de febrero de 1939, que incluyen poco más de 30 mil documentos con información de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en México y de la Secretaría de Estado Ciudad del Vaticano, así como de la guerra cristera que vivió nuestro país durante el periodo 1926-1929.
La autorización del papa Benedicto XVI a los documentos inéditos del pontificado de Pío XI corresponden además al auge del fascismo, la génesis de la Segunda Guerra Mundial y la guerra civil española.
La desclasificación de estos textos ya habían sido anunciados por Juan Pablo II desde el año 2002, ante las críticas que rodeaban al polémico papado de Pío XI considerado un "ferviente anticomunista".
Fuentes del Vaticano informaron que sólo en el primer día de la apertura, 60 investigadores accedieron al material desclasificado. Señalaron también que los documentos revelarán datos sorprendentes sobre la relación entre el Vaticano y los judíos en los 17 años anteriores a la Segunda Guerra Mundial, así como las leyes raciales contra éstos.
Los analistas accederán a cartas y documentos para conocer la relación de Pío XI y Francisco Franco; información sobre el cardenal Eugenio Pacelli, secretario de Estado, quien en 1939 ocupó Roma con el nombre de Pío XII; la firma del Tratado de Letrán (1929) con el régimen de Benito Mussolini, acuerdo que puso fin entre las diferencias la Iglesia e Italia con la creación del Estado Vaticano.
Para las aperturas de los archivos vaticanos, que son considerados privados del pontífice, tiene que pasar un mínimo de 50 años hasta un máximo de 100 años para documentos de contenido delicado o reservado.
Según analistas internacionales, el Archivo Secreto Vaticano es considerado el "máximo centro de investigación del mundo", y la información sobre quienes consultan sus expedientes, el perfil de los estudiosos con acceso y sus registros es estrictamente confidencial.
Gabriel León Zaragoza