Pasa a la ofensiva y acusa a la oposición brasileña de querer ensuciar la elección
Se desmarca Lula de implicados en escándalo
Rio de Janeiro, 22 de septiembre. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, pasó a la ofensiva tras sacar de su campaña electoral a involucrados en tráfico de informaciones contra la oposición, y acusó a sus adversarios de querer ensuciar las elecciones del domingo 1º de octubre que lo tienen como favorito.
Lula reiteró que la oposición quiere "enredar" la contienda electoral y volvió a censurar que hombres de su Partido de los Trabajadores (PT), entre ellos allegados suyos, a quienes no dudó en tildar de "imbéciles" por haber intentado comprar un expediente que implicaría en casos de corrupción a candidatos opositores.
El mandatario volvió a tomar distancia de tales prácticas de sus compañeros de partido, pero también reclamó que se conozca el contenido de esos documentos que involucrarían en corrupción a los socialdemócratas Geraldo Alckmin, candidato presidencial, y a José Serra, favorito para ganar el gobierno de Sao Paulo.
"Me parece que a algunas personas no les gusta el juego democrático. Todo puede pasar si están en el poder", declaró. "El pueblo brasileño se manifestará el 1º de octubre. Necesitamos aprender a acatar el resultado de la manera más adecuada", dijo Lula, que hasta ahora tiene una holgada ventaja para ganar la relección en el primer turno.
El mandatario arremetió también contra el presidente del Tribunal Superior Electoral, Marco Aurelio de Mello, quien sostuvo que en Brasil se desató una situación similar a la del caso Watergate, red de intrigas y espionajes a opositores que acabó con la caída del presidente estadunidense Richard Nixon tras la campaña de 1972.
Aseveró que De Mello "dijo eso en un momento indebido y con una comparación que no tiene nada que ver".
En Estados Unidos "un gobierno había mandado espiar la sede de un partido", mientras en Brasil "personas que no forman parte de la dirección del partido, que estaban trabajando temporalmente en la campaña, resolvieron comprar un expediente", afirmó.
Siete personas vinculadas al PT y a Lula renunciaron o fueron destituidos luego que la policía descubrió a dos miembros del partido con unos 800 mil dólares en divisas y reales para adquirir fotos y videos que supuestamente involucraban en corrupción a Alckmin y Serra. Entre quienes fueron marginados están Ricardo Berzoini, presidente del PT y jefe de la campaña de Lula.