La dependencia no prevé desequilibrios importantes en las cuentas externas
Se desacelerará la economía; el PIB bajará de 4.2 a 3.67%: Hacienda
El dinamismo productivo seguirá condicionado a los ritmos de crecimiento de EU
El dinamismo observado en la economía este año sufrirá una desaceleración en 2007 y, según proyecciones de la Secretaría de Hacienda, esto se deberá a la contracción del crecimiento en Estados Unidos. El producto interno bruto (PIB) previsto en 4.2 por ciento o poco más para el cierre de 2006, pasará a 3.67.
De esta manera, el dinamismo de las actividades productivas en México seguirá condicionado y limitado por los ritmos de crecimiento que experimente el vecino del norte.
Dadas las condiciones macroeconómicas, se calcula que durante los siguientes tres años el crecimiento de la economía estará relativamente balanceado y no generará desequilibrios importantes en las cuentas externas del país.
Se estima que la inflación seguirá en descenso y muy probablemente se mantendrá dentro del 3 por ciento fijado por el Banco de México. De igual manera se prevé que la cuenta corriente de la balanza de pagos muestre un déficit moderado, inferior a 3 por ciento del PIB en cualquier lapso del horizonte de previsión de tres años.
Según las autoridades hacendarias este déficit estará sanamente financiado con recursos de largo plazo en forma de inversión extranjera directa. Asimismo, se anticipa que el rendimiento de los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) continuará descendiendo.
En el panorama macroeconómico a mediano plazo que se vislumbra para 2006 y 2009 el sector externo se mantendrá como una de las principales fuentes de crecimiento, y los agregados de la demanda mostrarán una ligera desaceleración con respecto a las tasas de crecimiento observadas en 2004 y 2005.
También se espera que las exportaciones de bienes y servicios crezcan a una tasa anual promedio de 5.7 por ciento. Por su parte, los componentes de la demanda interna reducirán ligeramente su dinámica, pero se prevé que la inversión aumente a ritmos más elevados que los que registrará el consumo.
En particular, se proyecta que la formación bruta de capital fijo crezca en promedio a una tasa anual de 3.6 por ciento, mientras el consumo es probable que se expanda cada año 3.4 por ciento en promedio.
En razón de estos resultados, la estrategia de finanzas públicas a mediano plazo deberá seguir reduciendo la absorción de recursos financiados por el sector público, así como su endeudamiento, sin menoscabo del gasto en desarrollo social e inversión pública en áreas prioritarias.
Al respecto, destaca que las medidas que pudieran ser interpretadas como un relajamiento en la disciplina fiscal tendrían consecuencias adversas sobre las expectativas y las principales variables financieras, que afectarían la inversión, el crecimiento y la creación de empleos.
Por lo anterior, el gobierno federal refrendó su objetivo de alcanzar un superávit en el balance público en el presente año. La necesidad de generar balances positivos se deriva del imperativo de reducir los niveles de endeudamiento de la economía, además de los beneficios adicionales que de dicha reducción se derivarían para el costo financiero.