Se aplicará la ley aun si implica costo político, afirma
Calderón: habrá mano dura contra el crimen
Se reúne con México Unido contra la Delincuencia
Ampliar la imagen Unos 80 elementos del Estado Mayor Presidencial participaron ayer en el operativo de seguridad que se aplicó durante el encuentro de Felipe Calderón Hinojosa con integrantes de la organización México Unido contra la Delincuencia Foto: Marco Peláez
Reunido con la organización México Unido contra la Delincuencia, el presidente electo, Felipe Calderón, aseguró que la delincuencia amenaza al Estado mexicano y se mostró dispuesto a aplicar la ley aunque implique un costo político o pérdida de popularidad en las encuestas. "Cueste lo que cueste habremos de enfrentar la delincuencia", expresó.
Declaró que con ese propósito se ha reunido con gobernadores perredistas, y por ello invitó a Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal electo, a platicar sobre el asunto.
"En el tema de seguridad de los habitantes del Distrito Federal, sépanlo ustedes y quiero que lo sepa él (Ebrard) también: para mí no hay diferencias de carácter político-partidista. O le entramos juntos o le entramos juntos; no hay otra alternativa", manifestó.
Custodiado por unos 80 elementos del Estado Mayor Presidencial, que vigilaron con arcos detectores de metales todos los accesos y varias áreas del hotel Camino Real de Polanco, prometió que habrá una lucha "sin tregua ni cuartel" para poner fin a la inseguridad, aunque advirtió que llevará tiempo.
Calderón también tuvo su segundo encuentro como presidente electo con Vicente Fox, quien le recomendó cuidar el "gran reconocimiento" que México tiene en el exterior. Calderón, a su vez, elogió por segunda ocasión los "avances y transformaciones logrados" en este sexenio.
Al listado de priístas que lo han visitado se sumó David Penchyna, quien fue uno de los colaboradores más cercanos del ex candidato presidencial Roberto Madrazo durante su campaña. Al salir de las oficinas del michoacano, el ex diputado trató de escabullirse de la prensa y comentó brevemente: "vine a saludar a unos amigos".
En su apretada agenda, Calderón incluyó por la noche una reunión con 19 embajadores y con diez encargados de negocios de países europeos, entre los que se encontraba el nuncio apostólico, Giuseppe Bertello, quien defendió ante la prensa al cardenal Norberto Rivera de las acusaciones que lo señalan como encubridor de pederastas.
Al encuentro con México Unido contra la Delincuencia el panista acudió acompañado del secretario de Seguridad Pública, Eduardo Medina Mora, y del subsecretario de esa dependencia Miguel Angel Yunes.
El encuentro fue con unos 400 integrantes de esta organización no gubernamental, conocida porque promovió la marcha contra la inseguridad, celebrada el 27 de junio de 2004, que fue punta de lanza de las críticas hacia el perredista Andrés Manuel López Obrador cuando era jefe de Gobierno capitalino.
Rasgos "críticos y alarmantes"
Sin establecer la responsabilidad del gobierno del presidente Vicente Fox en el problema de la inseguridad, María Elena Morera, dirigente de esa agrupación, se quejó de que en algunos estados existe una situación con "rasgos críticos y alarmantes".
Denunció que México lleva muchos años siendo el país de la simulación en el cumplimiento de la ley, y envió un mensaje indirecto al PRD, al exigir que las autoridades gubernamentales reconozcan que el "periodo electoral ya terminó" y que los ciudadanos exigen respuestas. Por lo pronto, anunció que se mantendrán vigilantes de la gestión del panista.
En sintonía con Morera, Calderón declaró que los gobiernos de todos los partidos, del PRI, del PAN, del PRD, tienen cuentas pendientes que no han saldado con la sociedad en materia de justicia.
Aun cuando señaló que este problema no podrá corregirse en el corto plazo por los vicios y corruptelas acumuladas, empeñó su palabra de que actuará con mano firme y sin titubeos para enfrentar a la delincuencia organizada.
"Sí quiero ser absolutamente claro y honesto con ustedes, porque no será fácil ni rápido ni sencillo enfrentar y derrotar a la delincuencia. Va a implicar dinero y pérdida de vidas humanas, pero no tenemos otra alternativa", advirtió.
Fue cuando señaló que no por evitar un costo político dejará de aplicar la ley. "¿Va a implicar pérdida de popularidad en las encuestas? A lo mejor, pero sí necesitamos reconstruir la base de la convivencia, que es la legalidad".
Intercambio de elogios
Por la mañana, Fox y Calderón tuvieron una reunión de 20 minutos en Los Pinos. Iban acompañados, cada uno, por sus respectivos encargados de lo que ha dado en llamarse el proceso de entrega-recepción de la administración federal.
Mientras Fox se refirió en su mensaje de cuatro párrafos básicamente a su reciente viaje a Nueva York y repitió su intención de hacer un traspaso de mando "fluido" para que el país "no pierda un solo minuto", Calderón fue mucho más extenso en su intervención, sobre todo para exaltar la figura y la gestión de quien pretende suceder en el cargo.
El jefe del Ejecutivo se enorgulleció de su "experiencia" de tres días en Estados Unidos, donde participó en la 61 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y luego ensalzó las "muchas reuniones bilaterales con los agentes financieros y de mercados, las calificadoras, empresarios, inversionistas y banqueros", además de autoridades políticas con quienes se entrevistó, que tienen, según Fox, "un gran reconocimiento" hacia México.
A diez días de que se inició formalmente el proceso de entrega-recepción de la administración federal, Calderón agradeció a Fox la "efectiva coordinación" que han establecido con las diferentes dependencias gubernamentales y se declaró confiado en que su gobierno avanzará con "bases mucho más firmes", gracias al trabajo hecho por el guanajuatense.
Habló de corregir las deficiencias e insistió en su oferta de trabajar "sin descanso" para generar y fortalecer las condiciones que hagan a México un "país igual" en oportunidades, con empleos bien remunerados y un entorno libre de violencia e inseguridad que, "entre muchos", son los principales desafíos del país.
Aunque la aparición de ambos panistas en las escalinatas de la residencia Miguel Alemán fue en una breve ceremonia para la recepción de los llamados libros blancos de las dependencias gubernamentales, se buscó sobre todo dar realce a la presentación de los integrantes más cercanos del equipo de Calderón: Juan Camilo Mouriño, Josefina Vázquez Mota, Eduardo Sojo, Juan Molinar Horcasitas, Ernesto Cordero, Gerardo Ruiz, César Nava y Maximiliano Cortázar.
Por el gobierno federal acudieron los secretarios de Gobernación, Carlos Abascal, y de la Función Pública, Eduardo Romero Ramos; el vocero presidencial, Rubén Aguilar; el subsecretario de Egresos de Hacienda, Carlos Hurtado; el responsable de Políticas Públicas, Alberto Ortega Verzón, y Juan Carlos Murillo, de la Oficina de Innovación Gubernamental.
Felicitación del canciller de Bolivia
Con premura, la oficina de transición entregó anoche a la prensa un boletín para informar que el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Walker San Miguel Rodríguez, envió una carta de felicitación al panista. Este día también recibió felicitaciones de los presidentes de la República Checa, de Bulgaria y de la Autoridad Nacional Palestina.