Inicia Asamblea de la ONU entre un golpe de Estado en Tailandia y más violencia en Irak
La estabilidad mundial vendrá con un Medio Oriente "libre y justo": Bush
Francia rompe de último momento el consenso europeo-estadunidense para sancionar a Irán
Miles de manifestantes condenan en Nueva York la política bélica del jefe de la Casa Blanca
Ampliar la imagen Frente a la sede de la ONU en Nueva York, donde se desarrolla la 61 Asamblea General de organismo, se congregaron ayer manifestantes para condenar la ocupación de Irak Foto: Ap
Nueva York, 19 de septiembre. El presidente George W. Bush ofreció su "visión" democrática para la paz mundial ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas justo cuando se informaba de un golpe de Estado en Tailandia esta mañana, y poco después de otro día sangriento en Irak y Afganistán, donde murieron por lo menos 43 personas, incluidos varios soldados estadunidenses.
Pero todos aquí esperaban las palabras de Bush sobre Irán, ya que en las últimas semanas se ha especulado que la Casa Blanca prepara una acción militar contra ese país. El presidente estadunidense reiteró su demanda; Irán, dijo, "tiene que abandonar sus ambiciones nucleares". Aunque Bush se limitó a indicar que "estamos buscando una solución diplomática a esta crisis", su equipo, entre ellos el embajador ante la ONU, John Bolton, aseguró a los medios: "no estamos quitando la opción militar de la mesa".
Sin embargo, la estrategia estadunidense contra Irán sufrió un revés en las últimas horas cuando Francia decidió romper el consenso europeo-estadunidense sobre la amenaza de imponer sanciones internacionales si Teherán no ordena el cese inmediato de las operaciones de enriquecimiento de uranio. Ayer el presidente Jacques Chirac propuso a Irán suspender su programa nuclear y retornar a la mesa de negociaciones a cambio de que los poderes mundiales posterguen la aplicación de sanciones.
Eso implica una nueva ronda de negociaciones entre el gobierno de Bush y sus aliados en el Consejo de Seguridad, y posiblemente obligó al estadunidense a bajar un poco el tono de su discurso en la Asamblea General esta mañana. Con todo, Bush dijo que deseaba enviar un mensaje al pueblo iraní: "Estados Unidos los respeta; respetamos su país... Ustedes merecen la oportunidad de determinar su propio futuro, una economía que recompense su inteligencia y sus talentos... El obstáculo más grande a este futuro es que sus gobernantes han optado por negarles su libertad y usar los recursos de su nación para financiar el terrorismo, nutrir el extremismo y buscar armas nucleares".
Todo el día, el equipo de Bush trató de asegurarse de que su jefe no se topara con el presidente Mahmud Ahmadinejad en los pasillos u otros actos. El mandatario iraní no acudió a la sala cuando el estadunidense ofreció su discurso, y viceversa.
Mientras miles de manifestantes, entre ellos varios veteranos de guerra, coreaban consignas contra la política bélica de Bush a una cuadra de la sede de la ONU y lo acusaban de "extremista", el presidente instó a los jefes de Estado y representantes de los pueblos del mundo reunidos aquí a responder a su llamado por la "democracia", la "libertad" y la "paz".
"Al inicio del siglo XXI es claro que el mundo está en una gran lucha ideológica, entre extremistas que usan el terror como arma para crear temor, y gente moderada que trabaja por la paz", afirmó, al instar a los delegados a que "el mundo tiene que ponerse del lado de la paz". Citó la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU como la base para un futuro más allá del "terror", en donde se declara que "los derechos igualitarios e inalienables de todos los miembros de la familia humana son el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo".
Su discurso empezó, inevitablemente, recordando los atentados del 11 de septiembre de 2001, y partiendo de ahí intentó ofrecer una versión optimista de lo logrado en la guerra contra el "terror", y su visión por la "democracia", en un discurso que se enfocó casi exclusivamente en la región de Medio Oriente.
"De Beirut a Bagdad, la gente está optando por la libertad", afirmó, y agregó que "tenemos que buscar la estabilidad por la vía de un Medio Oriente libre y justo, donde los extremistas sean marginados". Después, Bush dedicó una serie de mensajes a los pueblos de la región, elogiando las "avances" hacia la democracia en Irak, Afganistán, Argelia, Kuwait, Yemen, Egipto y hasta Arabia Saudita (señalando que habían permitido elecciones municipales), y dijo que "no los abandonaremos". Para Siria, señaló que su "país está en una encrucijada del terrorismo" y sus gobernantes están permitiendo que el país se convierta en "una herramienta de Irán".
El presidente no mencionó que hoy su general en Irak, John Abizaid, jefe del Comando Central, acaba de anunciar que es poco probable que se pueda reducir el número de tropas estadunidenses hasta después del verano de 2007, e incluso es posible el incremento del número de tropas del actual nivel de 147 mil, el más alto desde enero.
Tampoco mencionó que el total de soldados estadunidenses muertos es de 2 mil 686, ni que los militares estadunidenses han creado una red de centros de detención en el exterior donde están encarcelados fuera del alcance de la ley estadunidense unas 14 mil personas, ni que el trato de éstos ha sido sujeto a la crítica del propio secretario general de la ONU y la Suprema Corte de su país, y por supuesto no mencionó que su gobierno está en una pugna política interna respecto de su deseo de "reinterpretar" uno de los fundamentos de la ONU: las Convenciones de Ginebra.
Miles de manifestantes antiguerra no se olvidaron de todo esto cuando marcharon por el centro de Nueva York y se concentaron afuera de la ONU en momentos en que Bush ofrecía su visión de "libertad" para Medio Oriente. Veteranos de guerra por la Paz (coreando, "recordamos Vietnam, no queremos tu guerra en Irak), la Brigada de Abuelitas por la Paz, sindicalistas, religiosos, estudiantes y hasta ex altos funcionarios del gobierno, y figuras como Jesse Jacskon, denunciaron la política bélica de la Casa Blanca. La Comisión de Crímenes de Bush intentó presentar un "veredicto" sobre los delitos investigados por un tribunal ciudadano de personalidades en un acto de desobediencia civil donde varios fueron arrestados.
Cancela discurso premier tailandés
En tanto, del otro lado de la avenida, en la ONU, entre tantas palabras sobre democracia y paz, el primer ministro de Tailandia canceló su discurso ante la Asamblea General, y declaró un estado de emergencia mientras las imágenes de su país mostraban cómo los soldados habían ocupado todas las instalaciones del gobierno e impuesto ley marcial, suspendido la Constitución y despedido al gabinete.
Bush también presidió una "Mesa Redonda sobre la Democracia" en la ONU, pero nadie sabe qué ocurrió ahí, ya que al parecer la transparencia no es elemento democrático y se realizó a puerta cerrada. Además de participar en la comida ofrecida por el secretario general, Kofi Annan, Bush ofrece una cena a la cual no están invitados iraníes, venezolanos, cubanos y sirios, entre otros.
Noam Chomsky comentó hoy sobre el discurso de Bush: "las palabras finas son baratas. Lo que el gobierno de Bush ha hecho, como es de esperar, es destruir la esperanza, minar la libertad, llevar prosperidad a los pocos, y guerra y terror a los muchos".