Usted está aquí: miércoles 20 de septiembre de 2006 Política La convención democrática, el hecho más importante de los pasados 25 años

Analistas consideran que es válvula de escape a la indignación popular

La convención democrática, el hecho más importante de los pasados 25 años

Luis Javier Garrido elogia las acciones realizadas por los simpatizantes de López Obrador

ELIZABETH VELASCO C.

La convención nacional democrática (CND) es el acontecimiento político más importante en la vida de México en el pasado cuarto de siglo, cuyo propósito es conducir la indignación popular, en forma pacífica y constructiva, y restablecer la soberanía del pueblo, destacaron los articulistas, políticos e intelectuales Luis Javier Garrido, José Agustín Ortiz Pinchetti, Oscar González y Gilberto López y Rivas.

Durante su participación en el foro denominado La convención nacional democrática convocada por Andrés Manuel López Obrador, organizado por La Jornada y Casa Lamm, los analistas políticos coincidieron en señales que los "dueños de este país" -los funcionarios del gobierno foxista, los grandes empresarios salinistas, la jerarquía católica encabezada por el cardenal Norberto Rivera- concibieron y ejecutaron "el fraude electoral", mediante el cual han impuesto a Felipe Calderón.

Ante un auditorio repleto, que proclamó a López Obrador como su "presidente electo", Garrido planteó que la resistencia civil pacífica tiene hoy en la CND una forma más avanzada de organización y cuyo objetivo es dar vida a un nuevo Estado y a sus instituciones.

Después de convenciones singulares en nuestra historia -entre ellas, la de Aguascalientes, promovida en 1914 por Emiliano Zapata y Francisco Villa, luego de ser excluidos por Venustiano Carranza, y más actual la del EZLN en 1994, realizada en Guadalupe Tepeyac-, la CND de López Obrador, "reconoce que se viven momentos de definición histórica, porque ante el fraude (electoral), tenemos derecho a protestar, así como el compromiso y obligación de hacerlo".

En su amplia alocución, Garrido destacó que no debe olvidarse el objetivo inmediato de la CND -a partir del sábado 20 de noviembre en que rendirá protesta López Obrador como "presidente electo" de millones de mexicanos-, de "impedir por todos los medios pacíficos y democráticos que Calderón llegue a la Presidencia de la República e intente gobernar este país, no por el hecho de que sea un pillo y esté rodeado de pillos, sino porque no ganó las elecciones".

Garrido preciso que Calderón difícilmente podría gobernar, debido a que "está preso de toda una serie de redes contradictorias, de intereses y de componendas, donde están lo mismo priístas, tecnócratas, salinistas y zedillistas, que gente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y todos los inversionistas que le van a pasar la factura".

El analista político planteó que una salida digna que puede darse "Felipillo, es la de la renuncia". Sobre todo si se considera que este inédito y nuevo escenario que vive México es producto de una crisis generada por los "dueños del poder".

Por su lado, Ortiz Pinchetti destacó que además de conducir la indignación popular de modo pacífico y constructivo, la convención es un fenómeno que ha puesto de relieve el desgaste de las instituciones, la ineficacia de la democracia mexicana, donde actúa un poder que tiende a volverse hegemónico y donde una clase política conservadora, con buena parte de la oligarquía, se opone a la modernización de la sociedad y de la economía.

Además de ponderar el éxito y convocatoria que ha tenido la CND, entre otras razones por su capacidad autogestionaria de millones de ciudadanos indignados por las "elecciones fraudulentas" y las desigualdades políticas, económicas y sociales que persisten, el ex legislador y promotor de las redes ciudadanas destacó que con la creación del Frente Amplio Progresista se creará un gran movimiento nacional -por la pluralidad y cantidad de organizaciones sociales, sindicales y políticas que incluirá- que permitirá no sólo resistir la usurpación, si no también construir un nuevo polo progresista y democrático que encabezará López Obrador.

En su turno, Oscar González señaló que no hay duda en que López Obrador es quien representa, encabeza y dirige al grueso de las izquierdas mexicanas que, frente a la derechas y las trasnacionales, tendrá que "abrir cauces al debate abierto y a la militancia política civilizada al interior y exterior de nuestras fronteras".

 
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