Exige a EU y Europa cesar subsidios agrícolas dañinos a economías no desarrolladas
Al acumular beneficios, países ricos amenazan a la integración: Stiglitz
Nueva York, 18 de septiembre. La integración económica global podría fracasar si los países ricos continúan acumulando sus beneficios en detrimento de los países en desarrollo, dijo en una entrevista Joseph Stiglitz, economista y premio Nobel.
Con ese fin, Estados Unidos y Europa deben renunciar a los costosos subsidios agrícolas que paralizan a los exportadores en las economías no desarrolladas e impiden que las industrias nacientes se pongan en marcha, según el nuevo libro del Stiglitz.
"La globalización no está funcionando", advirtió el economista. "El dinero circula desde los países pobres hacia los ricos. Habrá una reacción violenta."
En Globalization is not working, el autor complementa algunas de sus primeras críticas al capitalismo sin restricciones con propuestas políticas específicas, que afirma pueden moderar algunos de los excesos de la globalización.
Esto incluye desde una legislación sobre patentes que consiga el equilibrio correcto entre rentabilidad y las necesidades médicas básicas hasta una reforma del sistema financiero global para reducir la inequidad y la inestabilidad.
El problema, admitido incluso por él, es que el curso de acción que diseña Stiglitz se encuentra largamente fuera del alcance político en el corto plazo.
De todas formas, el ex economista jefe del Banco Mundial sostiene que las fuerzas de cambio ya se encuentran en movimiento.
Corresponde a los suscriptores de la globalización adaptarse a estos cambios de forma que puedan mantener alguna influencia, señala, o de lo contrario afrontar graves consecuencia no intencionadas.
Una conmoción posible sería un colapso masivo del dólar. Inimaginable durante el auge de influencia de la economía estadounidense en la década de los 90, un evento de estas características fue contemplado por los inversores, que temen que un déficit de cuenta corriente anual cercano a 900 mil millones de dólares no sea sostenible.
Mientras el dólar parece sostenerse por el momento, una depresión de la moneda estadounidense tendría amplias consecuencias para la economía de ese país al empujar a las tasas de interés fuertemente al alza y poner en peligro al consumidor.
De este escenario resultaría, probablemente, una prolongada caída de la actividad económica, estima Stiglitz.
Pero los reformadores del mercado tienden a ser complacientes sobre esos riesgos, cegados en parte por el triunfalismo económico que siguió a la caída del comunismo en la Unión Soviética, agregó el profesor de la Universidad de Columbia.
Stiglitz representa a los desequilibrios financieros globales -una rica y en desarrollo Asia que presta su dinero a un sobreconsumista Estados Unidos- como una perversa transferencia de riqueza desde los golpeados por la pobreza hacia los ricos.
"El pobre le presta al rico a bajas tasas de interés y toma prestado de él a altas tasas de interés", expresó.